lunes, 29 de octubre de 2012

Alumno: Juan Manuel Gallegos Zúñiga


Centro de Actualización del Magisterio
Unidad de Desarrollo Profesional Tlalnepantla
Problemas y Políticas de la Educación
Prof.: Javier Sánchez Zúñiga
Alumno: Juan Manuel Gallegos Zúñiga
Tema: Leyenda

Por donde vivo se cuenta la historia de un árbol donde se aparecía la Virgen de Guadalupe precisamente en un árbol. Y todo comienza así.
Una señora que era madre soltera la cual trabajaba desde las cinco de la mañana vendiendo periódicos en las avenidas principales, donde en los camellones dejaba a sus 2 hijos cuidando a su hermanito de cinco meses. Ésta pobre mujer después de vender periódico se iba a lavar ropa ajena por los vecindarios dejando a sus hijos debajo de un puente peatonal para que no se mojaran si llegaba llover. La mujer al día llegaba a ganar 50 pesos para darle de comer a sus hijos y las necesidades de ellos, ella los quería mucho pues por no dejarles con hambre optaba por no comer ella y dejárselo todos a sus pequeñas crías. Un día el clima era tan frío como mismo corazón del destino que los trataba así, enfermó el más pequeño de ellos. La desgraciada mujer al no poder llevarlo al doctor, prefería hacerle tés de hierbas al pobre bebé. Meses después no mejoraba el pequeño, la mamá rezaba diariamente para que la salud del hijo más pequeño sanara.
Un día en el que ya todo lo veía perdido pues el chiquitín ya no mejoraba, la mamá salió a las cinco de la mañana como de costumbre pues no podía descuidar a sus otros dos hijos, en el camino se encontró a una mujer que la acompañó por su camino contándole la señora todas sus penas, ésta desconocida mujer le dijo que si quería sanar a su hijo lo llevará al árbol más cercano y que ahí lo dejara toda la noche. La mamá al no saber qué más hacer hizo lo que la mujer le dijo. A la mañana siguiente iba con desesperación pensando que  su hijo habría muerto de frío pero notó que a lo lejos en dirección al árbol había un destello como un estrella en la tierra, la mamá tapándose los ojos llegó al punto del destello y como no podía mirar hacia arriba sólo vio cómo descendía su bebé lentamente y en el suelo un velo igual que el de la Madre de los Mexicanos.
Desde entonces todos los cercanos al árbol todos los doce de diciembre le hacen su debida misa.




Para olvidarte
Por completo y
Según yo ya lo estoy logrando
Sin motivo me regreso a la ciudad
Tras al verte olvidado.


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