lunes, 16 de junio de 2014

GRECIA LITERATURA





GRECIA, EL MUNDO DE LA RAZÓN, DE LA BELLEZA Y DE LA
LIBERTAD
Los rapsodas, poetas ambulantes, llenaron con sus cantos el palacio de
Agamenón, poblando los espacios con los héroes, los combates y los dioses de la más grandiosa epopeya de la cultura occidental: “La Ilíada”, canto de guerra, de pasiones y de muerte de los aqueos continentales (antecesores de los griegos).
“La Ilíada”
Las dos obras que inician el mundo literario de la antigua Grecia son “La Iliada” y “La Odisea”, atribuidas a Homero por tradición.
Ambas fueron escritas en griego arcaico en versos exámetros y se dividen en
24 rapsodias o cantos.
Se reunieron algunos de los antiguos cantos; de la guerra de Troya en el caso de la “Ilíada”, sobre el regreso de los héroes en “La Odisea”. Y eran considerados como libros sagrados e historia nacional en siglo de Pericles, ya que en la obra se refieren a los antepasados de los griegos: dánaos o aqueos si se trata de grupos europeos, y teucros o troyanos a los grupos asiáticos.
Existen diferencias fundamentales entre una y otra. El grupo social al que el autor de “La ilíada” se dirige es aristocrático. Debía pues exaltar cuatro valores fundamentales: la aristocracia de la sangre, la belleza, la libertad y las virtudes militares.
El autor de “La odisea” tenía como público posiblemente a los comerciantes enriquecidos fundamentalmente por sus actividades. Exalta pues los valores que hoy llamamos burgueses: la unidad familiar, la presencia del padre en el hogar, la fidelidad, la lealtad, la paz y la seguridad.
En ambas obras se mezcla la realidad y la fantasía; es uno mismo el mundo de los dioses y el de los hombres, todo inmerso en una narración realista.
Los poetas convirtieron un episodio económico de la guerra de Troya, en la lucha de diez años por la posesión de la mujer más bella de la tierra.
Primera parte “La lírica griega”
Cuatro poetas de la antigua Grecia, padres del individualismo en Occidente.
Cada uno de ellos nos ofrece una faceta distinta del sentir del hombre:
TIRTEO, UN POETA ESPARTANO. Poeta del siglo VII a. C., cantor de ideales viriles y patrióticos, fue un soldado con la pluma y con las armas.
Se decía que: “Esparta no modeló las palabras o la piedra, modeló hombres”.
SOLÓN, EL GOBERNANTE POETA. Su poesía no es un escape a sus labores políticas sino parte integral de ellas. Decía que la poesía es un medio de reflexión y de comunicación de sus vivencias, sentimientos y convicciones, aun cuando no desdeña temas como el amor o los banquetes.
SEMONIDES DE AMORGOS, UN POETA BURGUES. El planteamiento vital de este poeta del siglo VII a. C., originario de Samos, se encamina al hedonismo.
SAFO, POETA DEL AMOR. Su poesía es intimista. Va al interior del hombre, busca recrear en soledad un momento plenamente vivido, dulce o amargo.
“La tragedia ateniense”
La tragedia es desde sus orígenes una forma de poesía comunitaria. No fue escrita, pues, para leerse sino para que el pueblo participara en ella, bien como el miembro del coro, bien desde las tribunas como espectador.
Además responde a un par de exigencias vitales típicas de los atenienses: el deleitarse en la sonora belleza de su idioma y el comunicar un mensaje verdaderamente importante a sus conciudadanos.
La representación de las tragedias era considerada como una liturgia, es decir una ceremonia de carácter político-religioso.
PUESTA EN ESCENA durante su periodo de oro se requerían 2 o 3 actores solistas, un corifeo (director del coro), 12 o 14 coreutas (miembros del coro que cantaban y bailaban), 2 o 3 músicos, varios directores y un patrocinador.
Vestían túnicas de colores, zapatos de tacón muy alto y máscaras de madera que en parte los caracterizaban y en parte les servían de cajas de resonancia.
Comunicaban ideas por medio de diálogos en una actuación sobria con movimientos lentos.
Las funciones del coro eran: poner en antecedentes, narrar hechos sucedidos fuera de la escena, amonestar al público o a los actores, emitir juicios de valor de valor sobre la conducta de los personajes, comunicar el pensamiento del autor, dar el clima psicológico de la obra, hacer una especie de entreacto para cortar la acción, etc.
ESTRUCTURA están escritas en verso y organizadas en forma de diálogo; su lengua original es el griego culto que se habló en Atenas entre los siglos V y IV a. C.
La estructura externa consiste en una alteración entre los diálogos de los personajes y los parlamentos del coro.
Episodio parte de la tragedia en que los actores intervienen y se desarrolla la acción.
Estásimos fragmento en el que el coro interviene cantando y danzando.
Párodos entrada procesional del coro en la orquesta.
Prólogo obra que comienza con un actor recitando un parlamento frente al público.
Épodos salida procesional del coro al finalizar la obra.
Epílogo finaliza con el recitado de un actor solo en la escena.
CARACTERÍSTICAS que influencian hoy día al teatro de occidente:
a) Asunto de la antigüedad. Tomar un asunto de las antiguas tradiciones legendarias o históricas, da la ventaja y permite que el autor maneje libremente su argumento ya que espacial y temporalmente el asunto está alejado tanto del autor como del espectador.
También, ayuda a un análisis frío y justo de la obra.
b) Actualidad del problema planteado. Solución a problemas perennes.
Sus obras tienen mucho que enseñar como planteamiento de problemas y como soluciones.
ENFRENTAMIENTO DEL HOMBRE A SU DESTINO O INESTABILIDAD DE LAS COSAS HUMANAS. La existencia del hombre estaba regida por el destino. Prácticamente al nacer el hombre sabía, por medio del oráculo, a qué lo habían destinado los dioses. El destino adverso era un castigo por soberbia.
ALTURA Y SOLEDAD DEL HÉROE. Enfrentarse al destino y por ende a la destrucción, o sumirse en la mediocridad.
“Antífona” de Sófocles
Tres son los grandes nombres de la tragedia ateniense: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Ellos dominaron con su obra el siglo V en Atenas y representaron, sobretodo Esquilo y Sófocles, el más autentico pensar de los hombres de su tiempo.
Esquilo – Fe. Fue un hombre profundamente religioso; dio a sus obras un marco de litúrgica solemnidad, donde la existencia se halla constantemente amenazada por medio de la tentación a la soberbia, a la arrogancia, que en forma de obcecación sobreviene al ser humano. Lo que enemista al hombre con los dioses y que conduce a una cadena de culpas y destrucciones y por último la extinción.
Su obra maestra es su trilogía “La Orestíada” compuesta en 458 a.C.
En el antiguo proverbio de “el que la hace la paga”, puede resumirse la justicia divina para Esquilo y es uno de los más importantes mensajes de su obra.
Sófocles – Inteligencia. Es la razón quien guía al hombre por los inescrutables senderos de su existencia trazados por la voluntad de los dioses.
Nació aproximadamente en 479 y muerto en 406, fue para sus contemporáneos el más acabado de los escritores y un modelo de hombre. Su obra maestra “Antígona”.
Eurípides – Pasión. Presenta al hombre enfrentado a un conflicto de pasiones, es el más humano. Su obra maestra “Medea

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