Capítulo 1:
En medio de una época de euforia, pese a las amenazas que gravitaban sobre
un Imperio en cuyas posesiones no se ponía el sol, la literatura española,
junto a los géneros ya estudiados, contó con varios tipos de novela de
horizonte idealista, como si con ellos se quisiera dar la espalda a lo que
verdaderamente se avecinaba, al lado de otro tipo de novela plenamente
realista, que sí sabía en qué mundo y sociedad estaba viviendo. Al primer grupo
pertenecieron la novela pastoril, la de caballería y la bizantina. Al segundo
grupo, la novela picaresca.
La novela pastoril fue así llamada por tratar descripciones y sucesos
acaecidos a pastores refinados y cultos. Uno de los máximos cultivadores fue el
portugués Jorge de Montemayor (1520-1561), que se trasladó a España en el
séquito de quien sería la primera mujer de Felipe II, Isabel de Portugal.
Escribió Los siete libros de Diana, imitación de la Arcadia de Sannazaro,
aunque luego él mismo tuvo continuadores, como Gil Polo, con la Diana
enamorada, o Gálvez de Montalvo (El pastor de Fílida).
La novela de caballería, cuyo origen es consecuencia de la desaparición
de los cantares de gesta, tiene como máximo exponente el Amadís de Gaula,
atribuido desde siempre a Garci Ordóñez de Montalvo. El caso es que la novela
es una imitación muy libre de los libros del ciclo bretón (Lanzarote y Tristán,
en especial). Escrito en lengua valenciana apareció quizá el mejor libro de
caballerías de la península, Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell (1410-1470).
Esta obra, junto con el Amadís, fueron elogiadas por Cervantes. Cultivadores de
libros de caballería fueron también Páez de la Rivera, Juan Díaz o Feliciano de
Silva, autor también preferido por el autor del Quijote.
La novela bizantina se llamó así por sus argumentos ricos en aventuras
que tienen lugar en países exóticos, generalmente orientales, y cuyos
protagonistas viven adversidades sin cuento antes de un final plenamente feliz.
Todo envuelto en un aire más fantástico que real. Tal vez la mejor muestra sea
la Historia de Clareo y Florisea, de Alonso Núñez de Reinoso, aunque conviene
también citar Selva de aventuras, de Jerónimo de Contreras, antecedente sin
duda de El peregrino en su patria, de Lope de Vega.
La novela picaresca, frente a los tipos de novelas anteriores,
representó un darse cuenta de la realidad que se vivía en España en el siglo XVI.
Seguidora de la corriente realista que se había iniciado con el Poema del Cid y
había continuado con el Arcipreste y La Celestina, venía a revolucionar las
técnicas, los argumentos, los personajes y el estilo de los tipos de novelas
citados. Y así, la tercera persona del narrador, que era característica de las
novelas pastoril, bizantina y de caballería, cede su sitio a la primera persona
del yo del protagonista, adquiriendo carácter autobiográfico. Además, el
personaje principal, en vez de ser un héroe o un caballero que viste armadura o
ropajes lujosos, es un antihéroe vestido de andrajos; no tiene ideales nobles,
sino que se mueve por las necesidades más primarias, comer y dormir bajo techo,
aunque para ello tenga que servir a varios amos. Por último, en lugar de
recorrer lugares fabulosos, vagará por sitios reales, testigos sólo de sus
miserias, bajezas y adversidades.
La novela picaresca se fija en los aspectos mezquinos y menos modélicos
de aquella época, iniciando así una ola de pesimismo que irá acentuándose en el
siglo XVII. Si al comenzar el género vemos que en el Lazarillo todavía pueden
atisbarse algunas notas de burla fina, en el Guzmán de Alfarache la risa sana
se convertirá en una mueca desagradable, que, finalmente, en El Buscón será un ingenioso
sarcasmo. Sin embargo, y a pesar del tono pesimista citado, las novelas
picarescas poseen rasgos técnicos y temáticos muy interesantes: un lenguaje
realista, directo y expresivo, ajeno a redundancias y a énfasis idealistas, que
las convierten en vivas y nuevas. Esto, junto con el ingenio despierto que nos
trae un repertorio de chascarrillos, chistes y costumbres de la época y una
observación serena de lo cotidiano y más próximo al pueblo, convierten la
novela picaresca en un insoslayable precedente de la novela moderna.
Capítulo 2:
La Vida de Lazarillo de Tormes es anónima, aunque algunos nombres se han
barajado como sus presuntos autores, entre los cuales destacan Fray Juan
Ortega, Sebastián de Orozco, Diego Hurtado de Mendoza y Juan Valdés. Vio la
tinta de la imprenta en 1554 en tres ciudades diferentes: Burgos, Alcalá de
Henares y Amberes, y hasta la fecha no ha dejado de editarse, tal es el éxito
que siempre ha acompañado a esta pequeña gran novela.
Argumento y estructura
En un prólogo y siete tratados (uno por cada amo servido, salvo el
sexto, en que sirve a dos) narra Lázaro en primera persona sus fortunas y
adversidades. En realidad, la novela es una larguísima carta enviada por el
protagonista, que en el momento de redactarla es pregonero en Toledo y está
casado con una criada del arcipreste de San Salvador, a un Vuestra Merced,
presente en toda la narración y amigo del clérigo, para explicarle el caso que
le preocupa: las malas lenguas hablan de las posibles relaciones habidas entre
su mujer y el arcipreste.
Lázaro había nacido en una aceña del río Tormes donde sus padres vivían.
Luego, para matar el hambre y salir adelante, se pone al servicio de varios
amos. El primero es un ciego:
"En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual,
pareciéndole que yo sería para adiestrarle, me pidió a mi madre, y ella me
encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por
ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios
no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba que me tratase bien y
mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría, y que me
recibía, no por mozo, sino por hijo; y así le comencé a servir y a adiestrar a
mi nuevo y viejo amo. Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole
que a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí, y,
cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me
dio su bendición, y dijo:
-Hijo, ya sé que no te veré más; procura ser bueno, y Dios te guíe; te
he criado y con buen amo te he puesto; válete por ti."
Lázaro, que había empezado su camino bueno y sencillo, se fue
haciendo mentiroso y hasta cruel, como se pone de manifiesto al vengarse del
ciego. El siguiente amo es un clérigo de Maqueda:
"Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fuime a un lugar que
llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados con un clérigo, que, llegando a
pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí, como era
verdad, que aunque mal tratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del
ciego, y una de ellas fue ésta.
Finalmente, el clérigo me recibió como suyo. Escapé del trueno y di en
el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro Magno, con ser la
misma avaricia, como he contado."
De mal en peor: si el ciego era avaro, el clérigo es hipócrita y
mezquino. El tercer amo es un hidalgo orgulloso venido a menos, por el
que, sin embargo, Lázaro sentirá simpatía y hasta lo alimentará. En realidad,
es el amo más digno de todos pese a su incorregible vanidad. Es el típico
hidalgo aferrado a la honra y para quien trabajar es una deshonra.
"Mostréle el pan y las tripas que en un cabo de la halda traía, a
la cual él mostró buen semblante, y dijo:
-Pues te he esperado a comer, y, de que vi que no venías, comí. Mas tú haces
como hombre de bien en eso, que más vale pedirlo por Dios, que no hurtarlo; y
así él me ayude, como ello parece bien, y solamente te encomiendo que no sepan
que vives conmigo, por lo que toca a mi honra, aunque bien creo que será
secreto, según lo poco que en este pueblo soy conocido. ¡Nunca a él yo hubiera
de venir!"
Lo que vivió Lázaro con el resto de sus amos fue breve, pero intenso, y
a ellos dirige el pícaro sus denuncias más claras: son desvergonzados,
miserables, egoístas y faltos de la mínima moralidad. El cuarto fue un fraile
de la Merced.
"Hube de buscar un cuarto, y éste fue un fraile de la Merced, que
las mujercillas que digo me encaminaron, al cual ellas llamaban pariente. Gran
enemigo del coro y de comer en el convento, perdido por andar fuera, amicísimo
de negocios seglares y visitas, tanto que pienso que rompía él más zapatos que
todo el convento."
De lo que se deduce que este amo, un poco zascandil y mujeriego, no le
debió de enseñar nada bueno al pobre Lázaro. El quinto fue un buldero.
"En el quinto por mi ventura di, que fue un buldero, el más
desenvuelto y desvergonzado, y el mayor echador de ellas que jamás yo vi, ni
ver espero, ni pienso nadie vio, porque tenía y buscaba modos y maneras y muy
sutiles invenciones."
En el sexto tratado sirvió a dos amos, como quedó ya dicho: a un maestro
de pintar panderos y un capellán.
"Después de esto, asenté con un maestro de pintar panderos, para
molerle los colores, y también sufrí mil males. Siendo ya en este tiempo buen
mozuelo, entrando un día en la iglesia mayor, un capellán de ella me recibió
por suyo, y púsome en poder un asno y cuatro cántaros, y un azote, y comencé a
echar agua por la ciudad. "
Finalmente, en el séptimo y último tratado, tras servir a un alguacil y
recibir también los golpes de la vida, vemos a Lázaro ejercer el oficio de
pregonero.
"... y con favor que tuve de amigos y señores, todos mis trabajos y
fatigas hasta entonces pasados fueron pagados con alcanzar lo que procuré, que
fue un oficio real, viendo que no hay nadie que medre, sino los que lo tienen.
En el cual el día de hoy yo vivo y resido a servicio de Dios y de vuestra
merced. Y es que tengo cargo de pregonar los vinos que en esta ciudad se
venden, y en almonedas y cosas perdidas; acompañar los que padecen
persecuciones por justicia, y declarar a voces sus delitos: pregonero, hablando
en buen romance."
El estilo del Lazarillo
En la novela podemos distinguir dos estilos diferentes: uno, el que
tiene como protagonista al muchacho desvalido de los primeros tratados; es un
lenguaje llano y directo, adobado por chistes y anécdotas de la
época (el de "la casa donde nunca se come ni se bebe", el de
"haber olido el poste como oliste la longaniza", etc.) y modismos
("en un santiamén", "dejar a las buenas noches", etc.),
descripciones impresionistas y abundantes diálogos; dos, cuando el narrador es
el hombre Lázaro: un lenguaje que, aunque sigue rico de elipsis ("el mayor
echador de ellas" se refiere a bulas), antítesis ("mi trabajosa vida
y mi venidera muerte"), paronomasias ("al tercer día me vino la
terciana...") y juegos de palabras de todo tipo, se amarga con el empleo
constante de la ironía, precisamente para que nos creamos que Lázaro dice todo
lo contrario.
Textos que ayudan
"Se trata, pues, de una autobiografía, la más ingenua al parecer;
de Hurtado de Mendoza o de Horozco. No deben preocuparnos los enigmas
literarios; mucho más importante es la obra. Seguramente que la sociedad de la
época que vivió su autor no caviló demasiado sobre este asunto; sintió prendida
su atención en la autobiografía vulgar de un hombre lego de letras y sabiduría,
y quién sabe si mucho más interesado en la sátira picante y feroz, envuelta en
aquellos rasgos ingenuos. El Lazarillo tenía una profunda intención de remover
aquella sociedad agitada por grandes acontecimientos políticos y mostrar la
vida interna de los españoles, en la encrucijada ideológica planteada desde el
final de Carlos V hasta el reinado de Felipe II. Seguramente que nada refleja
mejor el cambio que estas vidas pobres y desharrapadas."
Capítulo 3:
Te propongo la lectura del pasaje de las uvas, una verdadera batalla de
astucia entablada entre Lázaro y su amo el ciego. Todo el tiempo que estuvo
sirviendo a dicho amo, prototipo del mendigo de la época, se vio obligado Lázaro
a emplear toda su maña para sobrevivir y llevarse a la boca de vez en cuando
algo de comer y de beber. Para que te hagas una idea de los avatares que hubo
de vencer mientras duró su trabajo al servicio del ciego, éstas son algunas
aventuras de las que Lázaro salió mal librado: la calabazada contra el toro de
piedra del puente sobre el Tormes, el jarrillo de vino que rompió el ciego
contra la cara de Lázaro o la longaniza que le hizo vomitar metiéndole la nariz
hasta la campanilla.
"Y porque vea vuestra merced a cuánto se extendía el ingenio de
este astuto ciego, contaré un caso de muchos que con él me acaecieron, en el
cual me parece dio bien a entender su gran astucia.
Cuando salimos de Salamanca, su motivo fue venir a tierra de Toledo,
porque decía ser la gente más rica, aunque no muy limosnera; arrimábase a este
refrán: más da el duro que el desnudo.
Y venimos a este camino por los mejores lugares; donde hallaba buena
acogida y ganancia, deteníamonos; donde no, a tercero día hacíamos San Juan.
Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox al tiempo que cogían
las uvas, un vendimiador le dio un racimo de ellas en limosna, y como suelen ir
los cestos mal tratados, y también porque la uva en aquel tiempo está muy
madura, desgranábasele el racimo en la mano; para echarlo en el fardel
tornábase mosto, y lo que a él se llegaba. Acordó de hacer un banquete, así por
no lo poder llevar, como por contentarme, que aquel día me había dado muchos
rodillazos y golpes.
-Y ahora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos
comamos de este racimo de uvas, y hayas de él tanta parte como yo; partirlo
hemos de esta manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal que me prometas no
tomar cada vez más de una uva; yo haré o mismo hasta que lo acabemos, y de esta
suerte no habrá engaño.
Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance el
traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo
debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté ir a
la par con él, mas aun pasaba adelante, dos a dos, y tres a tres, y como podía
las comía.
Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano, y meneando
la cabeza, dijo:
-Lázaro, engañado me has; ¡juraré yo a Dios que has tú comido las uvas
tres a tres!
-No comí- dije yo-, mas ¿ por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacísimo ciego:
-¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a
dos, y tú callabas.
Reíme entre mí, y, aunque muchacho, noté mucho la discreta
consideración del ciego.
Mas por no ser prolijo, dejo de contar muchas cosas, así graciosas como
de notar, que con este mi primer amo me acaecieron, y quiero decir el
despidiente, y, con él, acabar."
Actividades
a) Resume brevemente el contenido del texto.
b) ¿Qué título le pondrías al pasaje que has leído?
c) Inventa otro final para la historia.
d) ¿En qué detalle descubres que la narración forma
parte de una carta?
e) ¿Es realmente la generosidad del ciego la razón por
la cual quiere éste repartir con Lázaro el racimo de uvas? En caso negativo,
¿cuál es?
f) Sitúa la acción en su marco temporal y local.
¿Figura algún personaje más en ella?
g) ¿Con qué sentido se emplea en el texto la palabra
"banquete"?
h) ¿Hay algún refrán en el texto? ¿Qué significado hay que
darle?
i) ¿En qué se basa el ciego para decirle a Lázaro que le ha
engañado?
j) ¿Qué rasgos del texto lo identifican como perteneciente a una novela
picaresca?
Capítulo 4:
Los textos narrativos son aquellos donde un narrador cuenta unos hechos
que le han ocurrido a él mismo como personaje o a otros en un tiempo y un
espacio determinados. El género literario que los estudia se llama épica o
narrativa. Los elementos que intervienen en una narración son los siguientes:
La historia que se cuenta en la narración o el conjunto de
acontecimientos que viven los personajes en un marco espacio-temporal, y el
discurso, la manera que adopta el narrador para ordenar esos acontecimientos.
La historia de Lázaro es su vida al sevicio de varios amos hasta que se
enmancipa y se casa, mientras que el discurso es la técnica autobiográfica que
adopta el narrador para ordenar, en siete tratados y bajo la forma de una
extensa carta dirigida a un receptor desconocido, los avatares vividos con sus
amos.
La estructura es la disposición del material narrativo. Conviene
distinguir la estructura externa de la interna. La externa es la distribución
formal en que se presenta la narración (capítulos, secuencias, tratados,
cartas, diarios...) y la interna, el modo en que se ha ordenado el material
narrativo, que puede ser: lineal, cuando la acción sigue el orden normal de
introducción o planteamiento, nudo o desarrollo y conclusión o desenlace.
Cervantes adopta esta estructura en El Quijote; "in media res", cuando
el relato empieza ya avanzada la acción y luego o bien sigue adelante o bien
retrocede a partir de ese momento. La novela policiaca suele adoprar este tipo
de estructura; retrospectiva, cuando los hechos se narran al final de haber
sucedido y se vuelve atrás en el tiempo para contarlos. Un ejemplo lo vemos en
El camino de Delibes, en que Daniel el Mochuelo, antes de partir para la
ciudad, recuerda todo lo vivido en el pueblo.
El narrador cuenta la historia del relato. En función del punto de vista
que adopta éste ante los hechos y la persona gramatical en que los cuenta,
existen los siguientes tipos de narrador: el narrador protagonista, que en
primera persona cuenta los hechos (éstos deben ser ficticios) como si le
hubieran sucedido a él. Un ejemplo lo podemos encontrar en el Lazarillo. El
autor narrador-protagonista, que también en primera persona cuenta sus propias
vivencias; es el caso de los libros de Memorias y Autobiografías (La Rosa, de
Camino José Cela, o La arboleda perdida, de Rafael Alberti). El narrador
testigo, representado por un personaje secundario que cuenta los hechos en los
que ha intervenido directa o indirectamente. Un ejemplo lo hallamos en el
doctor Watson, ayudante de Sherlock Holmes, en las novelas de Conan Doyle.
Estos tres tipos de narradores pertenecen a su vez al llamado punto de vista
interno, cuya principal característica es el empleo de la primera persona
gramatical (el yo o el nosotros). Al punto de vista externo, que se da cuando
el narrador está fuera de los hechos contados y utiliza la tercera persona,
pertenecen las siguientes clases de narradores: el narrador omnisciente, que
conoce a la perfección lo que hacen, piensan y sienten todos los personajes
(incluso en ocasiones inteviene para opinar sobre los hechos ocurridos o sobre el
modo de ser de los personajes; es el caso de Pío Baroja en muchas de sus
novelas (Las inquietudes de Shanti Andía). Cuando sólo conoce lo que hace y
piensa alguno de los personajes y da a conocer las cosas a través de la visión
de éste, el narrador pasa a ser omnisciente limitado; un ejemplo claro lo vemos
en La Regenta, de Leopoldo Alas "Clarín". El narrador observador,
especie de mero testigo que se limita a recoger en la narración los hechos tal
como suceden sin añadir ni quitar nada, como si fuera una cámara de vídeo, y lo
mismo actúa con los personajes, que sólo son conocidos en el relato por lo que
ellos hacen y dicen o por lo que otros personajes nos cuentan de ellos; es el
caso de El Jarama, de Sánchez Ferlosio. Finalmente el narrador puede emplear la
segunda persona para dirigirse a un tú o a un usted que puede no estar
presente; uno de los ejemplos más claros es el que presenta Delibes en su
novela Cinco horas con Mario.
Los personajes, seres inventados que actúan en la narración y que son
definidos por una serie de caracteres físicos y morales a lo largo del relato.
Según esta caracterización, se clasifican en planos (si sólo los define un
rasgo de carácter o su comportamiento es invariable: el malo y el bueno, por
ejemplo, de las novelas policiacas) y redondos (si poseen varios matices de
personalidad y se parecen mucho a los seres reales, es decir, varian su
carácter y su modo de pensar según las circunstancias: el protagonista de las
novelas picarescas). Atendiendo a la visión del autor, también se pueden
clasificar en personajes realistas (semejan a las personas vivas), fantásticos
(son completamente imaginarios o inventados), históricos (si encarnan a un
personaje que ha existido) o simbólicos (si representan alguna idea en
especial). Finalmente, los personajes pueden ser, atendiendo a la función que
ejercen en el relato, principales (llevan el peso de la trama y están más
caracterizados que otros), secundarios (tienen menos importancia que los
anteriores, pero contribuyen también a que se desarrolle la acción),
protagonistas (centra la atención del relato; es el héroe en determinado tipo
de narración: por ejemplo, Amadís en la novela de caballería del mismo nombre;
o el antihéroe en otros: por ejemplo, Lázaro de Tormes en la novela picaresca que
lleva su nombre), antagonistas (se oponen a los anteriores y contribuyen a que
la acción se complique y adquiera más interés).
El tiempo es el transcurso en el que se desarrolla la acción y el
tratamiento que recibe. Puede ser: cronológico o lineal (si la acción sucede de
principio a fin; la mayoría respeta este tipo), histórico (si la acción se
sitúa en una etapa concreta de la Historia; las novelas históricas del
Romanticismo toman la Edad Media como marco temporal), restrospectivo (si
regresa al pasado desde un punto de la acción concreto; es el caso de las
novelas policiacas), anticipativo (si se adelantan acontecimientos que
sucederán más tarde; un ejemplo claro es el de Crónica d euna muerte anunciada,
de G. García Márquez).
El espacio es el lugar en el que se desarrolla la acción y el
tratamiento que recibe. Puede ser: realista u objetivo ( si se parece al
espacio de la realidad ; el de las novelas realistas del siglo XIX son un buen
ejemplo), subjetivo (si refleja la visión personal de un determinado personaje;
las leyendas de Bécquer reúnen claras muestras), fantásticos (si son ambientes
inventados por el autor; Tolkien en El señor de los anillos nos ofrece
ejemplos incuestionables).
Capítulo 5:
a) Localiza en la siguiente narración los elementos que intervienen en
ella:
"Amigo Pasapera, voy a contrale un cuento. Un hombre tenía
una rosa; era una rosa que le había brotado del corazón. ¡Imagínese usted si la
vería como un tsoro, si la cuidaría con afecto, si sería para él adorable y
valiosa la tierna y querida flor! (...).
Un día, el ángel Azrael pasó por la casa del hombre feliz y fijó sus pupilas
en la flor. La pobrecita tembló, y comenzó a palidecer y estar triste porque el
ángel Azrael es el pálido e implacable mensajero de la muerte. La flor
desfalleciente, ya casi sin aliento y sin vida, llenó de angustia al que en
ella miraba su dicha. El hombre se volvió hacia el buen Dios y le dijo:
-Señor, ¿para qué me quieres quitar la flor que me diste?
Y brilló en sus ojos una lágrima.
Conmovióse el bondadoso Padre, por virtud de la lágrima paternal, y dijo
estas palabras:
-Azrael, deja vivir esa rosa. Toma, si quieres, cualquiera de las de mi
jardín azul.
La rosa recobró el encanto de la vida..."
Rubén Darío
b) Identifica el narrador y su punto de vista de los siguientes textos:
1."Caminaban dos amigos por la misma senda, cuando se les
apareció súbitamente un oso. Trepó prontamente uno de ellos a un árbol y allí
se ocultó; el otro, al verse en peligro de ser atrapado, se tiró al suelo y
fingió estar muerto. Acercóse el oso a éste y le pasó el hocico por todo el
cuerpo, pero el hombre retenía la respiración, porque sabía que este animal no
toca los cadáveres..."
Esopo
2. "Tratando de salir a flote nadé hacia arriba por espacio de uno,
dos, tres segundos. Seguí nadando hacia arriba. Me faltaba aire. Me asfixiaba.
Traté de agarrarme a la carga, pero ya la carga no estaba allí. Ya no había
nada alrededor. Cuando salí a flote no vi en torno mío nada distinto del mar.
Un segundo después, como a cien metros de distancia, el buque surgió de entre
las olas, chorreando agua por todos los lados, como un submarino. Sólo entonces
me di cuenta de que había caído al
agua..."
García Márquez.
3. "Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo y si esto
le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo
exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho
de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro, usando ambas manos
con la palma hacia dentro..."
J. Cortázar
Capítulo 6:
a) ¿Qué tipos de novelas coexisten con la picaresca?
¿En qué se diferencian de ella?
b) Enumera los amos a los que sirve Lázaro e indica la
geografía que recorre en su compañía.
c) Explica el motivo por el cual Lázaro escribe la
novela.
d) Enumera los elementos del texto narrativo y di de
qué modo influyen en el relato.
e) ¿De cuántas maneras pueden ser los personajes de
una narración según la función que realizan en ella?
Comentario de texto literario
"Visto esto, y las malas burlas que el ciego burlaba de mí,
determiné de todo en todo dejarle, y como lo traía pensado, y lo tenía en
voluntad, con este postrer juego que me hizo, afirmelo más, y fue así que luego
otro día salimos por la villa a pedir limosna, y había llovido mucho la noche
antes, y porque el día también llovía, y andaba rezando debajo de unos portales
que en aquel pueblo había, donde no nos mojamos; mas como la noche se venía y
el llover no cesaba, díjome el ciego:
-Lázaro, esta agua es muy porfiada, y cuanto la noche más cierra, más
recia; acojámonos a la posada con tiempo.
Para ir allá habíamos de pasar un arroyo, que, con la mucho agua, iba
grande. Yo le dije:
-Tío, el arroyo va muy ancho; mas, si queréis, yo veo por dónde
atravesemos más aína sin mojarnos, porque se estrecha allí mucho, y, saltando,
pasaremos a pie enjuto.
Parecióle buen consejo, y dijo:
-Discreto eres, por esto te quiero bien; llévame a ese lugar donde el
arroyo se angosta, que ahora es invierno y sabe mal el agua, y más llevar los
pies mojados.
Yo, que vi el aparejo a mi deseo, saquéle de debajo de los portales y
llevélo derecho de un pilar o poste de piedra que en la plaza estaba, sobre el
cual y sobre otros cargaban saledizos de aquellas casas, y díjele:
-Tío, éste es el paso más angosto que en el arroyo hay.
Como llovía recio, y el triste se mojaba, y con la prisa que llevábamos
de salir del agua que encima nos caía y lo más principal porque Dios le cegó
aquella hora el entendimiento (fue por darme de él venganza), creyóse de mí, y
dijo:
-Ponme bien derecho y salta tú el arroyo.
Yo lo puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto y póngome
detrás del poste como quien espera tope de toro, y díjele:
-¡Sus, saltad todo lo que podáis, porque deis de este cabo del agua!
Aún apenas lo había acabado de decir, cuando se abalanza el pobre ciego
como cabrón, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida
para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como
si diera con una gran calabaza, y cayó luego para atrás medio muerto y hendida
la cabeza.
-¿Cómo? ¿Y oliste la longaniza y no el poste? ¡Ole!, ¡ole!- le dije yo.
Y dejéle en poder de mucha gente que lo había ido a socorrer, y tomé la
puerta de la villa en los pies de un trote, y, antes que la noche viniese, di
conmigo en Torrijos; no supe más de lo que Dios de él hizo, ni curé de lo
saber."
Contexto
a) Sitúa el texto en la época y en la novela a que
pertenece.
Análisis del contenido
b) Resume brevemente el contenido del fragmento.
c) ¿Cómo titularías este pasaje?
d) ¿Quién narra la historia? ¿Qué rasgo de carácter
destacarías del narrador?
e) Explica el marco espacio- temporal del episodio.
Análisis de la forma
f) Analiza la estructura interna del texto.
g) Explica la importancia que tienen los diálogos en
estilo directo del pasaje.
h) ¿Y las reflexiones de Lázaro?
i) Comenta el lenguaje del texto. Vocabulario,
comparaciones, modismos, el humor y la ironía, las construcciones de formas
verbales más pronombres enclíticos.
Opinión personal
j) Explica la relación que hay entre el contenido y la
forma del fragmento.
Comentario final
k) Redacta un comentario donde englobes los aspectos analizados en
las cuestiones anteriores.
Capítulo 7:
La vida de Cervantes transcurre entre dos siglos fundamentales: el XVI,
en que el Renacimiento con su vitalismo proverbial impregna todos los campos de
la vida, incluidos el arte y la literatura, y el XVII, en que el Barroco con su
desengaño vital cala en la vida y las letras de la época, una época transida
por la Contrarreforma y el principio de la decadencia de la política española.
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Vida
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) nació en Alcalá de Henares. Fue
el cuarto de los siete hijos que tuvo el cirujano Rodrigo de Cervantes. Estudió
Humanidades en Madrid con el maestro Juan López de Hoyos. A los dieciocho años
tuvo que huir a Italia debido a una pendencia poco clara y allí trabajó a
las órdenes del cardenal Acquaviva. Después se alistó como soldado y luchó en
la batalla de Lepanto contra los turcos en 1571; en ella recibió heridas tan
graves, que perdió la mano izquierda. Luego sentó plaza en Flandes y participó
en la expedición a Túnez. De vuelta a España, la nave en que viajaba fue
abordada por los piratas berberiscos, que lo llevaron prisionero a Argel, donde
permaneció cinco años, durante los cuales intentó en vano escaparse varias
veces; finalmente, pagaron su rescate los frailes trinitarios en 1580. Ya de
regreso a la patria, se casó con Catalina de Salazar y Palacios, y de 1587 a
1600 vivió en Sevilla ejerciendo el oficio de comisario de abastecimientos para
las expediciones militares de Felipe II, en especial, para la Armada Invencible.
Debido a unas irregularidades económicas, fue a la cárcel. Tras esa nueva
adversidad, se trasladó en 1603 a Valladolid, donde estaba la Corte; allí
preparó la edición de la primera parte del Quijote (1605). De nuevo fue
encarcelado al ser hallado muerto el caballero navarro Ezpeleta a la puerta de
su casa (en el proceso se vieron involucrados varios familiares del escritor,
en especial, sus hermanas). Más tarde cambió por breve tiempo su suerte y
acompañó al conde de Lemos a Nápoles (1610). De vuelta a España se dedicó a su
labor creadora, dando a conocer, entre otras obras, las Novelas Ejemplares y la
segunda parte del Quijote. Murió en Madrid poco después de haber terminado de
escribir su obra póstuma, Los trabajos de Persiles y Segismunda.
Obra poética
Cervantes cultivó todos los géneros literarios, desde poesía hasta
novela, pasando por el teatro. De su talante como poeta decía:
"Yo que siempre me afano y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
los dones que no quiso darme el cielo."
Sin embargo, nos dejó abundantes muestras poéticas diseminadas por su
obra narrativa: romances, sonetos, canciones, ovillejos... Y no contamos
las diez obras teatrales y los dos entremeses escritos en verso. De la obra
poética independiente destacamos en primer lugar el Viaje al Parnaso, al que
pertenece el terceto copiado arriba. Se trata de un extenso poema (alrededor de
mil versos) en el que finge un viaje a la residenccia de las musas, donde
asiste a una asamblea de poetas presidida por Apolo. La Epístola a Mateo
Vázquez, también en tercetos, fue escrita durante su cautiverio en Argel y en
ella le pide al que da nombre a la epístola, que era secretario de Felipe II,
que interceda por los prisioneros ante la figura del Rey. Y de los poemas
extensos incluidos en su prosa sobresale el Canto a Calíope, escrito en octavas
reales e inserto en La Galatea, que es una especie de crítica literaria de la
poesía de su tiempo:
"Pienso cantar a aquellos solamente
a quien la parca el hilo aún no ha cortado..."
Otros poemas famosos de Cervantes son: el soneto dedicado Al túmulo de
Felipe II o el primoroso romance de La Gitanilla que empieza:
"Hermosita, hermosita,
la de las manos de plata..."
Ovillejos del Quijote
"¿Quién menoscaba mis bienes?
¡Desdenes!
¿Y quién aumenta mis duelos?
¡Los celos!
¿Y quién prueba mi paciencia?
¡Ausencia!
De ese modo en mi dolencia
ningún remedio me alcanza,
pues me matan la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.
¿Quién me causa este dolor?
¡Amor!
¿Y quién mi gloria repuna?
¡Fortuna!
¿Y quién consiente mi duelo?
¡El cielo!
De ese modo yo recelo
morir deste mal extraño,
pues se aúnan en mi daño
amor, fortuna y el cielo."
Cervantes
Capítulo 8:
Obra dramática
Cervantes escribió obras de teatro en su juventud. De ellas conservamos
El cerco de Numancia y Los tratos de Argel; ambas respetan los modelos del
teatro renacentista, pues Cervantes se hallaba ausente de España cuando Lope de
Vega creó un teatro nuevo y popular. A su regreso al país se amoldó a los
nuevos gustos haciéndose discípulo de Lope, a quien llamó el Fénix de los
Ingenios. Y escribió un teatro alegre y del gusto de las gentes, el de los
Entremeses, piezas breves continuadoras de los pasos de Lope de Rueda, donde se
pintan conductas y costumbres de la época. De ellos destacamos El retablo de
las maravillas (basado en el cuento de Don Juan Manuel De lo que aconteció a un
rey con los burlones que ficieron el paño), El viejo celoso (resumen de su
novela ejemplar El celoso extremeño, que trata de un adulterio llevado a cabo
ante las narices del marido) o La guarda cuidadosa, en el que un soldado y un
sacristán se enamoran de una criada, la cual se decide por este último por ser
mejor partido). Cervantes también escribió comedias: unas con el tema del
cautivo (El gallardo español, La gran sultana o Los baños de Argel); otras, de
asuntos variados, entre las que destacamos La entretenida, de capa y espada y
al modo de Lope; El rufián dichoso, basada en la vida disoluta de fray Cristóbal
de Lugo, que, arrepentido más tarde, hace penitencia y muere piadosamente; y,
la mejor de todas para muchos, Pedro de Urdemalas, comedia picaresca y
relacionada con el primer acto de la anterior, en la que el protagonista,
ingenioso, cínico, pero muy humano, tiene que valerse solo para salir adelante
en la vida; tras sufrir mil reveses, se mete a actor para poder ser de una vez
todas las cosas que deseaba. "Ya podré ser patriarca, / pontífice y
estudiante, / emperador y monarca; / que el oficio de farsante / todos estados
abarca..."
Obra narrativa
Cervantes inicia su carrera de novelista con una novela pastoril, La
Galatea (1585), imitando el estilo de La Diana, de Jorge de Montemayor. Es un
desfile de cuadros donde los pastores Elicio y Erastro narran sus cuitas
amorosas relacionadas con la pastora Galatea, sin apenas trama argumental.
Las Novelas Ejemplares ven la luz en 1613 y, según nos dice el propio
Cervantes en el prólogo, les dio ese nombre porque "no hay ninguna de
quien no se pueda sacar un ejemplo provechoso". Son doce novelas cortas
donde la descripción es rápida y eficaz, la temática muy variada y los diálogos
abundantes, con inclusión de romances y otras composiciones poéticas. Pueden
clasificarse en dos grupos: en el primero, a imitación del estilo italiano,
predominan la visión idealizada de la existencia, la intriga complicada y los
personajes de clase social alta. Pertenecen a este grupo novelas como La
española inglesa (una niña gaditana, Isabela, es raptada por un caballero británico
durante el saqueo de esa ciudad andaluza en 1596 y vive según las costumbres
inglesas; tras experimentar una serie de desgracias logra reencontrarse con sus
progenitores y casarse con su prometido Ricardo), La ilustre fregona
(Constanza, que así se llama la criada del "mesón del Sevillano, de
Toledo, es objeto del amor que le profesa el hidalgo Tomás de Avendaño, el
cual, para poder estar con ella, se queda allí para servir de mozo; al final se
descubre la identidad de la muchacha y los dos enamorados consiguen casarse),
La señora Cornelia (en Italia transcurre la acción, en la que dos caballeros
españoles, don Antonio de Isunza y don Juan Gamboa logran ver premiadas sus
buenas acciones con el casamiento del duque de Ferrara y doña Cornelia, que
habían concebido un niño bajo palabra de casamiento) o, la mejor de todas
ellas, La gitanilla, en la que vemos, junto al mundo picaresco de los gitanos,
la idealizada figura de Preciosa, que además de belleza y salero posee ingenio
y elegancia. La acción recoge el enamoramiento del joven caballero Juan de
Cárcamo de Preciosa, la cual le impone como condición para corresponderle que
deje su mundo y se incorpore al de los gitanos. El joven cumple la condición y
cuando están a punto de casarse, se descubren sus verdaderas identidades; todo
acaba con el casamiento de los enamorados. Así nos retrata Cervantes a
Preciosa:
"Ni los soles ni los aires ni todas las inclemencias del cielo, a
quien más que otras gente están sujetos los gitanos, pudieron deslustrar su
rostro ni curtir sus manos; y lo que es más, que la crianza tosca en que se
criaba no descubría en ella sino ser nacida de mayores prendas que de gitana,
porque era en extremo cortés y bien razonada.
" Y con todo esto, era algo desenvuelta, pero no de modo que descubriese
algún género de deshonestidad; antes, con ser aguda, era tan honesta que en su
presencia no osaba ninguna, vieja ni moza, cantar canciones lascivas ni decir
palabras no buenas. Y, finalmente, la abuela conoció el tesoro que en la nieta
tenía, y así determinó el águila vieja sacar a volar su aguilucho y enseñarle a
vivir por sus uñas"
Al segundo grupo pertenecen novelas que manifiestan una técnica más
realista, con escenas cotidianas y ambientes populares, personajes
pertenecientes a cualquier clase social, incluida la más baja, y emplean un
lenguaje salpicado de expresiones coloquiales y claras notas de humor, sin que
falten rasgos que recuerdan los de la novela picaresca. Ejemplos de ello son
las novelas El celoso extremeño (el viejo y rico indiano Carrizales, de regreso
a su patria, se casa con una muchacha joven y bella; enseguida siente celos y
encierra a su esposa para que nadie tenga acceso a ella; pero el pícaro
sevillano Loaysa salva todos los obstáculos y logra acostarse con la muchacha,
aunque sin consumar el adulterio, versión de 1613), Rinconete y Cortadillo
(historia semipicaresca de dos pillos que en Sevilla viven una serie de
aventuras tras ingresar en la "cofradía" de Monipodio, jefe del hampa
sevillana), El Coloquio de los perros, relacionada con El casamiento engañoso
por el personaje Campuzano, que acaba de salir del Hospital de la Resurrección
de Valladolid y entrega un manuscrito con la conversación de los dos perros;
aquélla, pues, recoge el diálogo de Cipión y Berganza, canes que adquieren el
don de hablar sólo por la noche; en el Coloquio salen a relucir, entre otras,
las andanzas de Berganza, que sirvió a cómicos, comerciantes, gitanos,
moriscos, poetas hambrientos..., lo que le permite a Cervantes hacer una sátira
agridulce de las costumbres licenciosas de distintas clases sociales; o El
licenciado Vidriera, donde lo que cuenta no es la acción, sino el contenido
ideológico de la novela, un conjunto de chascarrillos, anécdotas o dichos
breves y sentenciosos a cargo del estudiante Tomás Rodaja, que en Salamanca
sufre el hechizo de creer que se ha vuelto de vidrio por rechazar los amores de
una mujer. Así narra Cervantes el momento en que Tomás es víctima del hechizo
escondido en un membrillo toledano:
"Comió en tan mal punto Tomás el membrillo, que al momento comenzó
a herir de pie y de mano como si tuviera alferecía, y sin volver en sí estuvo
muchas horas, al cabo de las cuales volvió atontado, y dijo con lengua turbada
y tartamuda que un membrillo que había comido le había muerto, y declaró quién
se lo había dado. La justicia, que tuvo noticia del caso, fue a buscar la
malhechora; pero ya ella, viendo el mal suceso, se había puesto en cobro y no
pareció jamás.
"Seis meses estuvo en la cama, en los cuales se secó y se puso,
como suele decirse, en los huesos, y mostraba tener turbados todos los
sentidos; y aunque le hicieron los remedios posibles, sólo le sanaron la
enfermedad del cuerpo, pero no la del entendimiento; porque quedó sano y loco
de la más extraña locura que entre las locuras de entonces se había visto.
Imaginóse el desdichado que era hecho de vidrio, y con esta imaginación, cuando
alguno se llegaba a él, daba terribles voces, pidiendo y suplicando con
palabras y razones concertadas que no se le acercasen, porque le quebrarían;
que real y verdaderamente él no era como los demás hombres: que todo era de
vidrio, de pies a cabeza."
Textos que ayudan
"Llama la atención que muchos años después, cuando Cervantes
recuerda los penosos acontecimientos relacionados con su cautiverio, no tenga
un atisbo de odio para los corsarios; gentileza mayor para perdonar ya no cabe.
En el cautiverio aprendió la lección de la paciencia, así como en Lepanto había
aprendido la del heroísmo (...) Horas de larga meditación estas que templan el
alma de Cervantes en el cautiverio, bañándolo de una suave melancolía y de un
profundo escepticismo. Lejos de la patria, apartado de su familia, incomunicado
con el mundo, vive una vida interior de recuerdos y emociones. Joven aún, va
aproximándose a la edad en que, como a una vertiente, se van uniendo recuerdos
que viven ya en el alma, y esperanzas que se desvanecen en el viento. Allí,
lejos de él, se ha instalado definitivamente la Corte en Madrid, con sus
intrigas y sus veleidades. Para Cervantes sólo le queda en aquel momento la
amargura; la líquida blancura del mar lo separa de aquella otra planicie
manchega, de dorados trigales, de horizonte lejano.
Y allí estaba el germen de su obra literaria."
José María Castro Calvo
Capítulo 9:
La obra inmortal de Cervantes está dividida en dos partes. La primera ve
la luz en Madrid en enero de 1605. La segunda, diez años más tarde, tras
aparecer el Quijote apócrifo de Avellaneda, seudónimo bajo el que se esconden
varios escritores de la época enemigos del Manco de Lepanto (el último, Gonzalo
Suárez de Figueroa). El móvil de su escritura nos lo explica el propio
Cervantes: "poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y
disparatadas historias de los libros de caballerías", que habían gozado
hasta la fecha excesivas popularidad y difusión como meros libros de
entretenimiento.
Argumento y estructura
La historia de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha es la de
Alonso Quijano que pierde el juicio de tanto leer libros de caballerías.
Creyendo ser uno de los antiguos caballeros andantes, y encomendándose a
Dulcinea del Toboso, dama de sus sueños, se echa al mundo para "desfacer
entuertos" como hacían los caballeros antiguos. Al principio sale solo y,
tras resultar apaleado en el primer encuentro serio que tiene, vuelve a su
aldea. Luego convence para que le acompañe en sus aventuras un labrador
vecino suyo llamado Sancho Panza prometiéndole el gobierno de una
"ínsula". Después de correr innumerables lances, recibir golpes y
padecer miedos, don Quijote al fin es vencido por el Caballero de la Blanca
Luna, que no es otro que Sansón Carrasco, un bachiller del lugar que ha
pactado con el cura y el barbero devolver al hidalgo a casa, y vuelve a la
aldea, cae enfermo, recobra el juicio momentáneamente y muere.
La estructura del libro se articula del siguiente modo. La primera parte
cuenta con 52 capítulos. En ellos asistimos a dos salidas del hidalgo: en la
primera, se hace armar caballero en una venta que él cree ser castillo, se
enfrenta a Juan Aldudo y a unos mercaderes toledanos y resulta molido a golpes,
tras lo cual, un labriego lo devuelve a su aldea. Allí convence a Sancho para
que sea su escudero. En la segunda salida viven ambos varias aventuras (la de
los molinos de viento que don Quijote confunde con gigantes, los monjes que
llevan encantada a una dama, los condenados a galeras...; por último, el cura y
el barbero consiguen traer a casa al hidalgo con engaños y metido en una jaula.
La segunda parte abarca 74 capítulos, en los cuales tiene lugar la tercera y
última salida de don Quijote; entre otros episodios, destacan el duelo con el
Caballero de los Espejos (Sansón Carrasco), la compañía de don Diego de
Miranda, las bodas de Camacho, la cueva de Montesinos, Clavileño, Sancho Panza
gobernador... Finalmente, Sansón Carrasco, que le ha seguido hasta las playas
de Barcelona, le vuelve a retar bajo el disfraz esta vez del Caballero de la
Blanca Luna y lo vence. Según lo pactado, regresa a casa. Y gravemente enfermo,
muere, tras recobrar la cordura.
Significación del Quijote
Con un lenguaje llano, fiel a las doctrinas de Valdés, Cervantes compone
su obra con la técnica del narrador omnisciente, traducida a veces de la
historia en árabe de Cide Hamete Benengeli. También adapta el registro
idiomático a cada personaje, y, así, Don Quijote habla como los antiguos
caballeros andantes. En la obra se da la síntesis de las dos vertientes del
espíritu español: el idealista, representado por don Quijote, que sólo vive
pendiente de cumplir los más elevados intereses (el amor, el espíritu de
sacrificio, la generosidad...); y el realista, encarnado por Sancho Panza, el
cual simplemente atiende a la realidad material más inmediata (comer, beber, la
recompensa de la "ínsula", el bienestar de su familia...). Don Quijote
desea mejorar a la humanidad, establecer la justicia y el bien; sin embargo,
tropieza con la adversa realidad. Sancho Panza ve la realidad como es (molinos,
ventas u odres de vino, lo que para su amo son gigantes y castillos). Sin
embargo, ambas posiciones se complementan a lo largo de la novela; de ahí que
veamos a Sancho pensar y sentir como su amo, siendo generoso y justo, y a
don Quijote adoptar la cordura y el desengaño de su escudero. Cada época ha
sabido ver a su modo la obra inmortal. En el siglo XVII fue un libro que hacía
reír; en el XVIII, pensar; en el XIX, sentir. Hoy en día la gente sigue viendo
en los dos personajes capitales del libro los complementos que forman la
naturaleza humana, capaz unas veces de cumplir y lograr las más altas empresas
y otras de dejarse llevar por los intereses más mezquinos.
Te propongo la lectura de los primeros párrafos de la novela. Muchos
dicen que Cervantes pretendía escribir una novelita (a imitación de un Entremés
de los Romances) que sirviera para escarmentar a quienes leían desaforadamente
libros de caballerías. Por ello inventó un personaje de cincuenta años que
olvida gobernar su casa y a sí mismo para entregarse a la lectura sin descanso
de historias antiguas de caballeros andantes; luego le haría salir por esos mundos
de Dios imitando a los héroes de sus lecturas (pertenecientes a dos o tres
siglos antes) y, al primer encuentro, recibiría un escarmiento que le
devolvería a la cordura de la vida corriente (la del siglo XVII). Pero el autor
se encariñó tanto con su criatura que siguió adelante con ella hasta
convertirla en lo que siempre ha sido Don Quijote.
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no
ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga
antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una ola de algo más vaca que carnero,
salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes,
algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su
hacienda. El resto de ella concluían sayo de velarte, calzas de velludo para
las fiestas, con sus pantuflos de lo mismo, y los días de entre semana se
honraba con su vellorí de lo más fino.
"Tenía en su casa un ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina
que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el
rocín como tomaba la podadera.
"Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de
complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de
la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en
este hay alguna diferencia en los autores que de este caso escriben; aunque,
por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero sto
importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración de él no se salga un
punto de la verdad.
"Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo los ratos que
estaba ocioso -que eran los más del año- se daba a leer libros de caballerías,
con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la
caza, y, aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y
desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para
comprar libros de caballerías en que leer, y así llevó a su casa todos cuantos
pudo haber de ellos. Y de todos, ninguno le parecían tan bien como los que
compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas
intrincadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer
aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde, en muchas partes hallaba
escrito: "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi
razón enflaquece que con razón me quejo de la vuestra fermosura." Y
también cuando leía: "...los altos cielos que de vuestra divinidad
divinamente con las estrellas os fortifican y os hacen merecedora del
merecimiento que merece la vuestra grandeza."
"Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y
desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni
las entendiera el mismo Aristóteles, sin resucitara para sólo ello (...)
"En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le
pasaban las noches leyendo de claro en claro y los días de turbio en turbio, y
así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino
a perder el juicio."
Capítulo 10:
a) ¿De qué modo se indica el marco espacio- temporal y qué quiere
hacernos significar el autor con ello?
b) De dos maneras nos describe Cervantes al hidalgo protagonista: una, valiéndose de complementos de nombre y alusiones a la tradición, y otra, atendiendo a sus rasgos físicos. Explica ambas.
c) ¿Hay en el fragmento alguna referencia a sus hábitos alimentarios y a su vestimenta? Cítalos.
d) ¿Qué peculiaridad tenía el sobrenombre del hidalgo?
e) Explica por qué otra afición cambió la de la caza y qué consecuencias le acarreó respecto de la administración de la hacienda.
f) ¿Qué autor de libros de caballerías le gustaba más y por qué?
g) Explica las razones por las que perdió el juicio.
h)¿Existe algún parecido entre Tomás Rodaja y Don Quijote?
i) ¿Cómo nos pinta Cervantes a Preciosa?
b) De dos maneras nos describe Cervantes al hidalgo protagonista: una, valiéndose de complementos de nombre y alusiones a la tradición, y otra, atendiendo a sus rasgos físicos. Explica ambas.
c) ¿Hay en el fragmento alguna referencia a sus hábitos alimentarios y a su vestimenta? Cítalos.
d) ¿Qué peculiaridad tenía el sobrenombre del hidalgo?
e) Explica por qué otra afición cambió la de la caza y qué consecuencias le acarreó respecto de la administración de la hacienda.
f) ¿Qué autor de libros de caballerías le gustaba más y por qué?
g) Explica las razones por las que perdió el juicio.
h)¿Existe algún parecido entre Tomás Rodaja y Don Quijote?
i) ¿Cómo nos pinta Cervantes a Preciosa?
Capítulo 11:
Vimos que la narración era el relato de unos hechos reales o ficticios
que les suceden a unos personajes determinados en un espacio y un tiempo
concretos. Pues bien, la narración puede adoptar distintas formas literarias o
géneros narrativos: unos en verso (cantares de gesta, romances, epopeyas...) y
otros en prosa (novela, cuento, anécdota, mito...); finalmente, otros pueden
aparecer en verso o en prosa indistintamente, como la fábula o la leyenda. En
esta unidad estudiaremos la novela, el cuento y el mito, y en la siguiente,
la autobiografía, la fábula y la leyenda.
La novela
Debido a su complejidad, la novela es el género narrativo más
importante. Como decía Galdós, la novela es "la imagen de la vida y el
arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones,
las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo
espiritual y lo fisico que nos constituye y nos rodea."
La novela puede clasificarse en varios tipos según su contenido:
picaresca, si sigue el modelo abierto por el Lazarillo de Tormes en 1554, es
decir, autobiográfica, protagonizada por un personaje antihéroe, a veces
perverso y delincuente, que sirve a varios amos y lucha por no morir de hambre,
medrar socialmente en un mundo degradado y corrupto y adquirir honra aunque sea
aparente. Ejemplos: Guzmán de Alfarache (1599), Vida del escudero Marcos de
Obregón (1618), El Buscón don Pablos (1626), etc. Caballeresca, si procede de
las narraciones referidas a la Corte del rey Arturo y de los ciclos bretón y
carolingio y cuaja en el Amadís de Gaula, refundido por Garci- Rodríguez
de Montalvo en el siglo XVI. Obra maestra del género es el Tirant lo Blanc,
escrito por Joanot Martorell y Martí Joan de Galba en el siglo XV. En ellas un
narrador omnisciente (en 3ª persona) relata aventuras heroicas y
extraordinarias llevadas a cabo por un caballero andante. Pastoril, si se
inspira en Teócrito o Virgilio (Églogas) y la Arcadia, de Sannazaro, entre
otros; en medio de un hermoso paisaje tienen lugar conversaciones amorosas
entre pastores (suelen ocultar personajes nobles) en una lengua elevada.
Muestras de novela pastoril son los Siete libros de Diana (1559), Diana
enamorada (1564), La Galatea (1585), etc. También existen otras clases de
novela: gótica, novela prerromántica, poblada de terrores y misterios
(hombres-lobo, brujas, fantasmas), que desembocó en otros tipos de novela, como
la fantástica de Dickens; histórica, que se inició en el Romanticismo y
ambientaba su acción en épocas pasadas como la Edad Media (El señor de
Bembibre) y luego siguió cultivándose (Episodios Nacionales), hasta llegar a
nuestra época (El hereje); intelectual, de acción casi inexistente y cuyos personajes
sirven para exponer ideologías y modos de concebir la existencia (Berlarmino y
Apolonio); social, que cuenta problemas que tienen que ver con el desequilibrio
de la riqueza, las condiciones sociales en que viven obreros y hombres del
campo en contraste con las gentes pudientes y acaudaladas, la injusticia, la
política...; entre nosotros, se da a partir de la Guerra Civil (La piqueta), y
un largo etcétera.
El cuento
Género narrativo de extensión breve, en prosa, de asunto ficticio, que
posee una trama sencilla (reducida generalmente a una sola acción), pocos
personajes y escasas descripciones. El cuento nació siendo popular y
transmitido oralmente para pasar a ser culto y literario a partir del siglo XIV
y adquirir su mayor auge en el XIX. El cuento popular fue anónimo, de cariz
moralizante y recogido en colecciones (Panchatantra, Calila e Dimna...).
Existen varias clases de cuentos populares: de hadas, de héroes, de
animales...; aunque también se pueden clasificar de otras maneras: infantiles,
fantásticos, realistas... Prop estudió las funciones principales que ejercen
sus personajes (la princesa, el ayudante, el héroe, el atacante, el mandatario,
el donador...). Los cuentos populares fueron imitados enseguida por autores de
nombre conocido (Don Juan Manuel, entre otros), para más tarde ser compuestos
originalmente (Timoneda, Cervantes, Espronceda, Pedro Antonio de Alarcón,
"Clarín"...), y así llegar a la época contemporánea (Martín Gaite,
Cela, Delibes...). Todos estos cuentos reciben el nombre de literarios, que
entre otros caracteres, han ido perdiendo su afán moralizador, a cambio de
ganar en belleza de estilo y elaboración artística.
El mito
Los mitos son textos narrativos que relatan acontecimientos fabulosos
protagonizados por dioses, semidioses y héroes pertenecientes a diversas
culturas. También suelen explicar mágicamente los fenómenos de la naturaleza o
los sucesos cósmicos relacionados con la creación del mundo. Los más conocidos
entre nosotros son los que provienen de la mitología grecolatina, filtrados,
entre otros autores, por el poeta latino del siglo V Ovidio en su famosa obra
las Metamorfosis, donde los más diversos seres sufren transformaciones
milagrosas, bien para ser compensados de sus desgracias, bien para obtener
beneficios diversos. Casi todos los mitos adquieren valor de alegoría o
símbolo. Los trabajos de Hércules, las transformaciones de Zeus para lograr los
beneficios amorosos de jóvenes mortales, la de Dafne, la historia amorosa de
Orfeo y Eurídice y de tantas parejas de enamorados que nos han legado las
literaturas de Occidente, el viaje de los Argonautas en busca del Vellocino de
Oro, etc, son unos cuantos ejemplos.
Capítulo 12:
a) Identifica los géneros narrativos a que pertenecen
los siguientes textos:
1.
"Había una vez un monstruo llamado Medusa que vivía en lo alto de
una roca, junto al mar. Sus cabellos eran serpientes, y todas las personas que
la miraban de frente quedaban convertidas en estatuas de piedra. Un héroe
llamado Perseo decidió terminar con aquel engendro aunque sus amigos se
esforzaron por quitarle esa idea de la cabeza para que no acabase convertido en
piedra. Así que subió hasta la roca del monstruo y, cuando éste apareció, en
vez de mirarlo de frente y usar su espada, Perseo sacó un espejo y se lo
mostró. La Medusa, al verse en el espejo reflejada, quedó en el acto convertida
en piedra. Desde entonces, los marineros cuentan la hazaña de Perseo cada vez
que sus naves pasan junto a la roca de la Medusa."
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2.
"Por todos lados descubríamos navíos dispersos, la mayor parte
ingleses, no sin grandes averías y procurando todos alcanzar la costa para
refugiarse. También los mismos españoles y franceses, unos desarbolados, otros
remolcados por algun barco enemigo. Marcial reconoció en uno de éstos al
"San Ildefonso". Vimos flotando en el agua multitud de restos y despojos,
como masteleros, cofas, lanchas rotas, escotillas, trozos de balconaje, portas,
y, por último, avistamos dos infelices marineros que, mal embarcados en un gran
palo, eran llevados por las olas, y habrían perecido si los ongleses no
corrieran al instante a darle auxilio. Traídos a bordo del
"Trinidad", volvieron a la vida, que, recobrada después de
sentirse en los brazos de la muerte, equivale a nacer de nuevo.
"El día pasó entre agonías y esperanzas; ya nos parecía que era
indispensable el trasbordo a un buque inglés para salvarnos, ya creíamos
posible conservar el nuestro."
3.
"Cipariso era hijo de Télefo y vivía en Ceos. Su compañero favorito
era un ciervo domesticado. Un día de verano, mientras el animal dormía tendido
a la sombra, Cipariso lo mató por equivocación disparándole una jabalina.
Desesperado, el joven quiso morir y pidió al cielo la gracia de que dejase que
sus lágrimas fluyesen eternamente. Los dioses lo tansformaron en ciprés, el
árbol de la tristeza."
4.
"Caminaban dos amigos por la misma senda, cuando se les apareció
súbitamente un oso. Trepó prontamente uno de ellos a un árbol y allí se ocultó;
el otro, al verse en peligro de ser atrapado, se tiró al suelo y fingió estar
muerto. Acercóse el oso a éste y le pasó el hocico por todo el cuerpo, pero el
hombre retenía la respiración, porque sabía que este animal no toca los
cadáveres. Cuando el oso se hubo alejado de allí, descendió el que estaba en el
árbol y le preguntó qué le había dicho el oso al oído.
-Que en lo sucesivo no viaje con amigos que me abandonan en el momento
del peligro- contestó el otro.
Los amigos verdaderos se reconocen siempre en la hora de la
necesidad."
Capítulo 13:
a) Explica por qué en la obra de Cervantes se perciben
tanto notas renacentistas como barrocas.
b) ¿Qué datos de su vida justifican la presencia en su
obra del infortunio humano.
c) Cita tres obras poéticas suyas y tres
dramáticas y explica brevemente su contenido.
d) ¿Cómo se pueden clasificar las Novelas Ejemplares?
Cita algún ejemplo de cada grupo.
e) Explica la estructura del Quijote relacionada con
su argumento.
f) Define la novela como género narrativo y enumera
alguno de sus tipos añadiendo un ejemplo ilustrativo.
Comentario de texto literario
"-La aventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos
a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o
pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a
todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que esta es
buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la
faz de la tierra.
-¿Qué gigantes?- dijo Sancho Panza.
- Aquellos que allí ves- respondió su amo- de los brazos largos, que los
suelen tener algunos de casi dos leguas.
- Mire vuestra merced- respondió Sancho- que aquellos que allí se
aparecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen
brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del
molino.
- Bien parece- respondió Don Quijote- que no estás cursado en esto de
las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte
en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual
batalla.
Y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, y sin atender a
las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna,
eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba
tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni
echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que era; antes iba diciendo en
voces altas:
- Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el
que os acomete.
Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse,
lo cual visto por Don Quijote, dijo:
- Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo
habéis de pagar.
Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora
Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, y bien cubierto de su
rodela, con la lanza en ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y
embistió con el primer molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el
aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos,
llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por
el campo. Acudió sancho Panza a socorrerle, a todo el correr de su asno, y
cuando llegó halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él
Rocinante.
-¡Váleme Dios!- dijo Sancho-. ¿No le dije yo a vuestra merced que mirase
bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar
sino quien llevase otros tales en la cabeza?
-Calla, amigo Sancho- respondió don Quijote-; que las cosas de la
guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza; cuanto más, que yo
pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los
libros ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su
vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas al cabo, han de poder poco
sus malas artes contra la bondad de mi espada."
Contexto
a) Sitúa el texto dentro de la obra de Cervantes en
general y del Quijote en particular.
Análisis del contenido
b) Resume brevemente el contenido del texto
c) Explica los dos planos de realidad que se dan en el
fragmento.
d) ¿Cómo explica Don Quijote el cambio ocurrido al
final del episodio?
e) ¿A qué se refieren y qué significado tienen las
palabras del hidalgo: " quitar tan mala simiente de sobre la faz de la
tierra"?
Análisis de la forma
f) Analiza la estructura interna del texto.
g) Identifica los estilos directo e indirecto.
h) ¿Hay algún ejemplo en que Don Quijote imita el
lenguaje de los libros de caballerías?
i) Comenta la lengua empleada en el texto.
j) ¿Qué forma verbal domina en los pasajes narrativos
y cuál en los diálogos? Razona tu respuesta
Opinión personal
k) Expón tu opinión razonada sobre la relación
existente entre la forma y el contenido del texto.
Comentario general
l) Redacta un comentario global que recoja los
aspectos analizados anteriormente.
SOLUCIONARIO
UNIDADES El Renacimiento. Época de Carlos V
Garcilaso de la Vega.
a) El Beatus ille. Se compara el sosiego y la
serenidad del sabio, que no preocupa de los negocios sociales, con la inquietud
constante del que está inmerso en los negocios sociales y políticos.
b) La belleza de la dama junto con la aspereza o
esquivez que muestra hacia su enamorado.
c) Aquel según el cual el enamorado es como un
prisionero de su propia pasión.
d) Marte es el dios griego de la guerra, y Venus, la
diosa latina que encarna el amor.
e) En primer lugar, la Descriptio puellae (los ocho
primeros versos: se describe el rostro de la mujer, su mirar, su cabello, su
cuello) y a continuación el Carpe diem ("coged de vuestra alegre primavera
/ el dulce fruto...").
f) La muerte de Elisa y la petición del pastor de
reunirse con ella para siempre.
g) Tercetos encadenados. 11A 11B 11A 11B 11C
11B 11C 11D 11C...
h) Lira. Su nombre procede del primer verso de la
Canción: "Si de mi baja lira..."
i) Dos cuartetos y dos tercetos. 11A 11B 11A 11B
11A 11B 11B 11A 11C 11D 11E 11D 11C 11E
j) Esta combinación de versos endecasílabos y
heptasílabos forman la estrofa llamada estancia. Y cuando, con otras, como es
el caso, se hallan dentro de una composición mayor, ésta recibe el nombre de
silva. El esquema métrico de la primera estancia es: 11A 11B 11C 11B 11A 11C 7c
7d 7d 11E11E 11F 7e 11F
k) Hipérbaton: "no pienses que cantado / sería de
mí, hermosa flor de Gnido, / el fiero Marte airado: no pienses, hermosa flor de
Gnido, que el fiero marte airado sería cantado de mí". Metáforas:
"coged de vuestra alegre primavera (juventud) / el dulce fruto" (el
amor y la belleza). "Cubra de nieve (canas) la hermosa cumbre"
(cabeza). Personificaciones: "sólo el monte oía"; "la sombra se
veía / venir corriendo apriesa".
Las aceitunas, de Lope de Rueda
a) Aloja, un vecino. Toruvio y Águeda, el matrimonio.
Mencigüela, la hija de ambos.
b) Porque oye muchas voces en la casa de Toruvio y
acude a poner paz.
c) Que las aceitunas han sido plantadas hoy y ya
quiere venderlas el matrimonio a precio diferente.
d) Mencigüela, la hija del matrimonio. Es un personaje
simple que no decide por sí mismo, sino que está al arbitrio de los caprichos
de los demás (en este caso, de sus padres).
e) Las aceitunas no están plantadas y Mencigüela ya ha
trabajado con ellas.
f) La nota común entre ambas obras reside en que los
personajes centrales de las mismas (doña Truhana en el cuento de don Juan
Manuel, y la pareja formada por Águeda y Toruvio en la obra de Rueda) hacen
planes reales a partir de elementos inexistentes (la primera, partiendo de la
leche que lleva al mercado, y los segundos de las aceitunas que acaban de
plantar).
g) Fanega es una medida de capacidad equivalente a
55,5 litros. Celemín es otra medida de capacidad más pequeña equivalente a poco
más de 4,5 litros. Renuevo es una ramita que brota del árbol después de la poda
(en este caso, de olivo), que aquí se usa para ser plantada. Las fanegas son
las que llevará al mercado Águeda, la madre de Mencigüela, y los celemines, las
catidades de aceitunas que venderá la muchacha a dos reales cada uno.
h) Las aceitunas son como nueces.La muchacha es como
un oro.
Teoría literaria
a) Primer verso: ocho; segundo: ocho (sinalefa en
dieaa); tercer verso: ocho (sinalefa en nea; y se suma una sílaba por acabar en
aguda: oír); cuarto verso: ocho (sinalefas en tue, naes, dea).
b) Asonante en los pares porque sólo coinciden al
final de los versos 2º y 4º las dos vocales a (baja-agua).
c) Consonante: el primer verso rima con el cuarto
(austera con guerrera) y el segundo con el tercero (Duero con Romancero)
d) Mis arreos son las armas (acentos en la 3ª y 7ª
sílabas) / mi descanso el pelear (lo mismo) / mi cama las duras peñas (acentos
en la 2ª y 7ª sílabas) / mi dormir siempre velar (acentos en la 3ª y 7ª
sílabas).
e) Una redondilla (8a8b8b8a) y una copla (8-8a8-8a)
f) Respuesta libre.
Evaluación unidades
a) El Humanismo es un movimiento cultural inmerso en
el Renacimiento que cultiva el estudio de las civilizaciones griega y latina,
considera al hombre como el centro del mundo y a la Naturaleza como el reflejo
de la belleza ideal y origen del desarrollo de las facultades humanas.
b) Canciones: Canción V, dirigida a la flor de Gnido,
una belleza napolitana a quien quería un amigo del poeta. Sonetos: el X, que
comienza "¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas", escrito tras la
muerte de Isabel de Freyre. Églogas: la I, en la que dos pastores enamorados,
Salicio y Nemoroso, se lamentan, el primero por el menosprecio de que le hace
objeto Galatea, y el segundo por la muerte de Elisa.
c) Pedro Mexía, con su Silva de varia lección; Diego
Hurtado de Mendoza, con Historia de la guerra de Granada, o Gonzalo Fernández
de Oviedo, autor de Historia general y natural de las Indias.
d) Piezas breves de teatro que reflejan fielmente las
costumbres y la lengua del pueblo llano. La tierra de Jauja, Las aceitunas, Los
lacayos ladrones...
e) Se trata de una lira, estrofa compuesta de cinco
versos heptasílabos (el 1º, 3º y 4º) y endecasílabos (el 2º y 5º) que riman
consonantemente por un lado el 1º y el 3º, y, por otro, el 2º, 4º y 5º). El
esquema estrófico es 7a 11B 7a 7b 11B.
Comentario de texto literario
a) Pertenecen a la Égloga III. Es el bordado de una de
las cuatro ninfas del río en el que se representa la transformación en laurel
de Dafne tras ser acosada por Apolo.
b) Dafne es una ninfa a la que persigue sin cesar el
dios Apolo. Un día que está a punto de alcanzarla, Dafne pide ayuda a los
dioses y, acto seguido, se convierte en un laurel. Desde ese momento el dios
Apolo se toca con una corona confeccionada con hojas de ese árbol.
c) En la primera estrofa tiene lugar la persecución a
que somete Apolo a Dafne, que huye atemorizada. En la segunda tiene lugar la
transformación en laurel de Dafne y el lamento inútil del dios mientras besa y
abraza el tronco.
d) Primero los brazos, en ramas; después los cabellos,
en hojas; finalmente, los pies en raíces.
e) El odioso plomo que siente en el corazón Dafne es
la influencia negativa que el acoso de Apolo le inflige. Otro sentimiento
albergaría su pecho si Cupido, el dios del amor, le hubiera clavado una de sus
feclas de oro.
f) Los versos 15 y 16 muestran la paradoja del
sufrimiento de Apolo, pues al llorar por la transformación del cuerpo de Dafne
en madera lo que realmente hace es acelerar el crecimiento del árbol.
g) El contenido de los cuartetos y el de la segunda
octava real es semejante: expresan la transformación de Dafne en laurel
basándose en los cabellos y en los miembros superiores e inferiores. La forma
también es muy parecida : uso de endecasílabos (8 en uno y otro caso),
las rimas (las mismas formas verbales: pretéritos imperfectos de indicativo en
-ían y en -aban), el orden de los elementos que se transforman (brazos, cabello
y pies). La diferencia esencial estriba los dos últimos versos de la octava,
que, por otra parte, resumen el contenido de los dos tercetos del Soneto XIII:
el lloro de Apolo que acelera la transformación de la ninfa.
h) Se trata de una octava real, estrofa
importada de Italia con el Renacimiento junto con otras como el terceto o el
soneto. Son ocho versos endecasílabos que riman consonantemente respetando el
esquema siguiente: 11A 11B 11A 11B 11A 11B 11C 11C.
i) Hay encabalgamientos entre los versos segundo,
tercero y cuarto; y entre el séptimo y octavo. Son más suaves en el primer caso
(un poco más abrupto en "huye / como quien..."). Pero en todos
consigue dar mayor movimiento a la expresión.
j) Además de la sinalefa en "siente al pecho el
", la diéresis en "odïoso":
quien sien te- al pe cho-
el o dï o so plo
mo
1 2
3 4
5 6 7 8
9 10 11
j) En la primera octava real: blanco pie, áspero
camino; en la segunda: torcidas raíces, blancos
pies.
l) Se halla en "los cabellos, que vencer solían /
al oro fino". El término real es "cabellos" y
el
término imaginario "oro fino". Se trata de una metáfora muy empleada
en el tópico "descriptio puellae". En la expresión metafórica también
encontramos una personificación, en la atribución de una acción humana (vencer)
a un objeto (cabello).
m) Polisíndeton, que es a la vez anáfora, en la
conjunción "y" con que empiezan los versos 10 y 11; y
polisíndeton en los versos 14, 15 y 16.
n) Respuesta libre. No olvides referirte a la relación
entre el contenido de los versos y la forma y expresión empleadas para
vestirlo.
UNIDADES
Fray Luis de León
a) El río Tajo profetiza al rey Rodrigo, tras forzar
éste a la hermosa Caba, la derrota que sufrirá a manos de los moros y la ruina
que asolará a España como consecuencia.
b) Don Rodrigo retenía deshonestamente a Caba, hija
del conde don Julián. Éste, para vengarse, se alió con los musulmanes de África
y preparó su invasión a través del estrecho de Gibraltar. Resultado: derrota
del ejército godo y comienzo de la conquista peninsular.
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Registro!
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c) Marte, el dios latino de la guerra, equivalente al
dios griego Ares (versos 15 y 61); Hércules, héroe latino, equivalente al
Heracles griego; aquí se refiere al puerto que llevaba su nombre (verso 45).
d) Llamas, dolores, guerras, muertes, asolamientos,
males, venganza, trompa, bandera, naves, velas, remos, espuela, hierro, loriga,
yelmo, cadena...
e) La lira. 7a 11B 7a 7b 11B
f) Personificación. El río Tajo adquiere forma
humana y toma la palabra ("el pecho sacó fuera / el río, y le habló
de esta manera"). "Al cielo toca / con temeroso son la trompa
fiera" (vs. 26 y 27), "la voz al cielo / confusa y varia crece"
(vs. 33 y 34), "el polvo roba el día y lo oscurece" (v. 35)...
g) "Al que viste loriga / al infante
valiente" (vs. 53, 54); "cuánto yelmo quebrado / cuánto
cuerpo..." (vs. 59 y 60).
h) Asíndeton: ausencia de conjunciones o nexos entre
las diversas proposiciones. La figura contraria es la polisíndeton. Un ejemplo
lo hallamos en los versos 33 a 35 ("la voz al cielo / confusa y varia
crece; / el polvo roba el día y lo oscurece").
i) Marte, el dios de la guerra, mantuvo indefinida la
batalla durante cinco días (luces); el sexto condenó a España a ser derrotada ("te
condena... a bárbara cadena").
San Juan de la Cruz
a) El Amado o Esposo. Le pregunta dónde se oculta y
por qué la abandonó huyendo despiés
de haberla herido de mor. Los
pastores. Les pide que le digan al Esposo, si lo ven, que por él sufre de
amores. Las criaturas. Les pregunta si lo han visto pasar.
b) La Naturaleza y su belleza son un reflejo de Dios.
Las gracias que derrama Dios sobre los elementos naturales son una prueba de
que son creación suya.
c) No quiere más mensajeros porque todos hablan de las
gracias que tiene el Amado, y eso acentúa su dolor; sólo curará su dolencia de
amor si el Amado hace acto de presencia.
d) "Y déjame muriendo / un no sé qué queda
balbuciendo". Se trata de una aliteración.
e) Comparación: "como el ciervo huiste"
(verso 3). Gradación: "decidle que adolezco, peno y muero" (16).
Polisíndeton: repetición de "y" (31, 33 y 34). Paradoja: "no
viviendo donde vives" (37). Antítesis: llagar- sanar (41 y 42).
Políptoton: has robado, robo, robaste (43 y 45). Metáfora: "y véante mis
ojos, / pues eres lumbre de ellos" (43 y 44).
f) En empleo del símbolo para trascender lo que parece
natural. Los "amores" simbolizan la unión del alma con Dios.
Los "montes" y "riberas", las oraciones y actividades
mortificadoras. Las "flores", las tentaciones. Las
"fieras", los "fuertes" y las "fronteras" son las
adversidades y sufrimientos que acosan al alma en sus trabajos, los cuales debe
vencer para consumar su deseo.
Teoría literaria
a) 1. Canción. 2. Elegía. 3.Epigrama. 4. Égloga. 5.
Oda
Evaluación unidades
Literatura
a) Se dio el nombre de Contrarreforma a la reacción
que la Iglesia efectuó en el siglo XVI contra la Reforma protestante de Lutero
y que remedió muchos abusos que había provocado esta última. Debido a la
Contrarreforma fueron revisados los valores espirituales y las costumbres de la
época, se reformaron algunas órdenes religiosas y se crearon otras. Además, con
el Concilio de Trento, convocado también por la Contrarreforma, quedó definida
la doctrina atacada por el protestantismo. Finalmente, originó una producción
de literatura religiosa muy importante (Fray Luis de León, Santa Teresa
de Jesús, San Juan de la Cruz), que posteriormente se enriqueció con los autos
sacramentales (Lope de Vega, Calderón).
b) Obra poética: Poesía original: Odas (A la vida
retirada, Profecía del Tajo, Noche serena, A Felipe Ruiz...). Poesía traducida
de la Biblia: Libro de Job, Salmos, Proverbios... Poesía traducida de los
clásicos: las Geórgicas y las Églogas de Virgilio, Odas de Horacio...
Obra en prosa: Exposición del libro de Job, La perfecta casada, Los nombres de
Cristo.
c) Las vías místicas eran los caminos que debía seguir
el alma para encontrar la unión con Dios. Se dieron en la llamada literatura
religiosa del siglo XVI y sus dos principales tendencias: la Ascética, que
correspondía con la primera vía: Purgativa, y la Mística, que abarcaba las
otras dos: la Iluminativa y la Unitiva. A Fray Luis podría considerársele
escritor ascético y a Santa Teresa y San Juan de la Cruz, místicos.
d) En San Juan de la Cruz domina el sabio empleo de la
lira para modular su elevada expresión, el misterio en exponer la experiencia
mística, las imágenes y el colorido de muchos de sus pasajes, y sobre todo el
uso de un recurso nuevo hasta entonces en nuestra poesía: el de los símbolos,
según los cuales la naturaleza es un reflejo del mundo espiritual del autor.
e) Oda: composición que trata con tono elevado y grave
lo mismo asuntos regiosos que profanos, pero siempre revelando el entusiasmo
del autor. Oda a Francisco Salinas, de Fray Luis de León. Elegía: composición
de tono melancólico y dolorido; trata temas relacionados con la muerte de un
ser querido, un fracaso de amor, etc. Coplas a la muerte de su padre, de Jorge
Manrique. Égloga: composición bucólica en la que, envueltos por una naturaleza
agradable, dos o más pastores confiesan sus cuitas amorosas. Égloga I, de
Garcilaso de la Vega.
Comentario de texto literario
a) Este fragmento de En la Ascensión, de Fray Luis de
León pertenece a la época de Felipe II, a la literatura religiosa que se da
durante ella, motivada por la labor de la Contrarreforma y el Concilio de
Trento. Se trata de una oda en liras, como todas las de Fray Luis, englobada en
el grupo de poesías originales del autor, junto con otras como A Felipe Ruiz o
A la vida retirada.
b) La idea central del fragmento es el sentimiento que
experimenta el hombre desterrado aquí en el mundo en contraste con el anhelo de
plenitud que sólo puede encontrarse en el cielo.
c) Según la Biblia, el Pastor es Jesús y la grey la
Iglesia que le sigue a todas partes. En los versos presentes el yo poético se
dirige a Jesús en su Ascensión a los cielos para lamentarse de la soledad en
que deja a los humanos tras su partida.
d) Con un valle hondo y oscuro en la primera lira, y
con un mar tempestuoso en la cuarta, mar que será difícil atravesar en una nave
sin brújula.
e) La nube de la última lira. Envidiosa en un
principio, no tiene motivos para ello pues se aleja enriquecida por los
resplandores que deja tras de sí la Ascensión de Jesús.
f) En la estructura interna del fragmento distinguimos
tres partes: la primera presenta el tema del abandono en general y abarca los
cinco primeros versos; la segunda parte desarrolla aspectos detallados de ese
sentimiento (la alegría convertida en tristeza, ausencia de la hermosura y la
voz divinas, la vida sin norte, como consecuencia) y abarca las estrofas 2 a 4;
por último, la tercera parte de la estructura interna o conclusión, expresa la
queja inconsolable del poeta ante el abandono en que ha quedado, y estaría
englobada en la última estrofa.
g) La estructura externa está compuesta de cinco
estrofas iguales. Dicha estrofa recibe el nombre de lira, estrofa de cinco
versos heptasílabos y endecasílabos que fue importada de Italia por Boscán y
Garcilaso. Su esquema métrico es 7a 11B 7a 7b 11B.
h) Empleando la forma verbal "rompiendo" en
el verso 4 (" y tú, rompiendo el puro..."), en vez de otras como
"cruzando" o "atravesando", que sería el lenguaje cotidiano
y común.
i) Acentúa lo hondo y oscuro del valle (de lágrimas)
en que se quedan desamparados los fieles empleando las vocales oscuras
"o" y "u".
j) Con las interrogaciones retóricas ( que no necesitan
respuesta), Fray Luis expresa una serie de afirmaciones de hechos
irremediables: en la primera estrofa, Cristo se ha ido y nos ha dejado para
siempre sumidos en este valle de lágrimas; en la tercera lira, los ojos, que un
día vieron la hermosura de Jesús, ya sólo verán desgracias, y los oídos sólo
escucharán desventuras; en la cuarta, nadie podrá remediar el estado negativo
en que ha quedado el mundo y nadie nos ayudará a lograr nuestra salvación...
Aumenta con ello el dolor inconsolable de la soledad en que el hombre ha
quedado tras la partida de Cristo.
k) Aliteración: "rompiendo el puro / aire"
(versos 4 y 5). Antítesis: "antes bienhadados" (felices)- "agora
tristes y afligidos" (vs. 6 y 7). Alegorías, o metáforas continuadas:
Pastor-grey (Cristo-Iglesia, vs. 1 y 2), mar-nave-puerto (mundo-alma-cielo, vs.
16 a 20). Perífrasis: el inmortal seguro: cielo (verso 5).
Admiraciones la repetición del "ay" de la última estrofa:
conclusión lamento, que no es otra cosa que la expresión del total desconsuelo
y desamparo del poeta.
UNIDADES
Lazarillo de Tormes
a) El ciego comparte un racimo de uvas con Lázaro
advirtiéndole que coma de una en una las uvas como él. Pero a las primeras de
cambio el ciego hace caso omiso de sus normas y come las uvas de dos en dos y
hasta de tres en tres; a lo que Lázaro responde del mismo modo hasta acabar con
el racimo. El ciego descubre al final que Lázaro le ha engañado.
b) Respuesta libre. Sugerencia: El engaño mutuo, Lucha
de mentiras. ¿Quién es más astuto?, etc.
c) Respuesta libre.
d) En la primera línea del texto leemos: "Y
porque vea vuestra merced a cuánto se extendía el ingenio...". Ese
"vuestra merced" es precisamente el destinatario de lo que se supone
la carta que le escribe Lázaro en su mayoría de edad para explicarle el
"caso".
e) No es la generosidad o "liberalidad",
como dice el ciego, la razón para repartir con el muchacho las uvas, sino el
estado en que se encontraban éstas, que si las echaba al fardel se desharían en
mosto. Lázaro añade que también lo hace para contentarle por los rodillazos y
golpes que le ha propinado durante la jornada.
f) En Almorox, en tiempos de la vendimia. Aparece un
vendimiador que le da como limosna al ciego un racimo de uvas.
g) La expresión es claramente irónica. Ya hemos dicho
que el autor emplea a veces este recurso para decirnos exactamente lo
contrario. Lázaro llama banquete a lo que aquí es producto de una
limosna: un racimo de uvas.
h) "Más da el duro que el desnudo". El ciego
le había dicho a Lázaro que iban a tierras de Toledo porque la gente era más
rica, aunque poco limosnera. Cabe deducir de ello que, a pesar de todo, algo
más dará el rico que el que no tiene nada para dar.
i) El ciego sabe que Lázaro le ha engañado porque
cuando él cogía las uvas de dos en dos o de tres en tres, el muchacho no decía
nada.
j) Uno de ellos puede ser el de servir el protagonista
a varios amos (en el último párrafo se alude a que éste es su primer amo); otro
rasgo sería el del vagar de un lugar a otro en busca de mejor vida; pero
no hay que olvidar uno de los más importantes: el relato en primera persona.
Teoría Literaria
a) Estructura: cronológica o lineal (introducción:
presentación del personaje que tenía una rosa que le había brotado del corazón
y era feliz; desarrollo: aparición del ángel Azrael que pone en peligro de
muerte a la rosa; el hombre acude a Dios en busca de ayuda; desenlace: Dios
hace que Azrael deje en paz a la rosa, ésta recobra la vida y, con ello, el
hombre su felicidad). Narrador: omnisciente, en tercera persona (también es
narrador interno y emplea la primera persona para contar el cuento al amigo
Pasapera). Personajes muy secundarios y fuera de la acción del cuento: el
autor-narrador del cuento y el receptor del mismo. Personajes principales:
protagonista, el hombre que tenía una rosa; y antagonista, el ángel
Azrael, que al mirarla pone en peligro la vida de la rosa. Personaje
secundario, pero importante porque sin él la acción no se desarrolla y llega a
su final: Dios. La rosa también podría considerarse un personaje importante. El
tiempo es indeterminado aunque cronológico y lineal, los hechos suceden de
principio a fin. El espacio es real y objetivo (la casa del hombre).
b) 1. Externo, omnisciente, en tercera persona. 2.
Interno, narrador protagonista, en primera persona. 3. Narrador que emplea la
segunda persona (usted).
Evaluación unidades
Literatura
a) La pastoril, la novela de caballerías y la
bizantina, entre otras. Se diferencian de la picaresca en que son idealistas,
frente al realismo de esta última; mientras aquellas tienen como potagonistas a
héroes y caballeros que se mueven por motivos nobles, visten lujosos ropajes y
recorren geografías exóticas, el protagonista de la picaresca es un antihéroe
cuyas motivaciones consisten en no pasar hambre, visten andrajos y se mueven en
lugares cercanos y realistas.
b) Un vagabundo ciego (Salamanca, Almorox, Escalona),
un clérigo miserable (Maqueda), un escudero vanidoso (Toledo), un fraile de la
Merced, un maestro de pintar panderos, un capellán, un buldero, un alguacil...
Finalmente, consigue un puesto de pregonero y se casa con la crida del
arcipreste de San Salvador.
c) Para explicar el "caso" a un Vuestra
Merced desconocido. Las malas lenguas dicen que la mujer de Lázaro se acuesta
con el arcipreste y, habiendo sido preguntado por aquél sobre la verdad del
asunto, el pícaro cuenta su azarosa vida hasta ese momento en que parece ser
muy feliz, pese a las calumnias de quienes lo quieren mal.
d) La historia, lo que se narra, y el discurso cómo se
narra o se organiza el material narrado (se llama también estructura), el
narrador y sus puntos de vista, los personajes, el espacio y el tiempo. Todos
intervienen en la narración y, según sus matices y clases, varían la forma de
ella.
e) Según la función que realizan los personajes en la
narración, pueden clasificarse en principales, secundarios, protagonistas,
antagonistas, etc.
Comentario de texto literario
a) Dentro de la novela picaresca, realista y
denunciadora de las lacras sociales del momento, y al lado de los otros tipos
de novela que eran meramente idealistas y parecían dar la espalda a la
realidad. Dentro de la propia novela, este pasaje cierra su convivencia con el
ciego; luego irá a Maqueda, donde servirá al clérigo.
b) Lázaro está decidido a vengarse del ciego por todo
lo que le ha hecho. Y como llueve mucho y el mendigo ha decidido recogerse en
la posada, para protegerse de la lluvia el muchacho, después de haberse puesto
él a buen recaudo, le hace saltar el arroyo que ha formado el agua que cae
justo en frente de un poste de los que aguantan los portales de la plaza donde
ambos se encuentran. El golpe recibido es tan fuerte que el ciego cae a tierra
malherido. Lázaro se ríe recordándole que podía haber olido el poste como
olió la longaniza. Después lo abandona mientras la gente va acudiendo adonde
está el caído.
c) Respuesta libre. Sugerencia: La Venganza de Lázaro.
d) El propio Lázaro. A quien vemos a estas alturas de
la novela, después de haber sufrido golpes, jarrazos y vejaciones del ciego,
lleno de rencor hacia su amo y dispuesto a vengarse de él de la forma más
cruel, como así hace.
e) Es el atardecer de un día lluvioso de invierno, y
la acción tiene lugar en una plaza de Escalona, junto a unos soportales.
f) Introducción: el primer párrafo nos presenta a los
dos personajes y plantea el problema que deben solucionar, marcharse a la
posada antes de que se haga de noche y arrecie más la lluvia. Desarrollo:
Lázaro y el ciego entablan una conversación sobre cómo salvar el arroyo que ha
formado la lluvia y Lázaro, a petición de su amo, lo coloca frente al poste
(desde "Para ir allá..." hasta "este cabo del agua").
Desenlace: el golpe tremendo del mendigo, la burla que hace el muchacho del olfato
de aquél, y el abandono final de Lázaro.
g) La importancia de los diálogos en estilo directo de
este pasaje estriba en que el lector ve a los dos personajes más vivos y más
cercanos a él y comprueba, por sus expresiones, cómo es cada uno de ellos, en
este caso asiste a la malicia que ha ido adquiriendo Lázaro en su contacto
continuado con el astuto ciego.
h) Por las reflexiones de Lázaro, vemos en primer
lugar la decisión firme que había tomado de vengarse del ciego y buscar otros
horizontes más halagüeños. Luego, cuando el ciego acepta pasar por donde le ha
dicho él que el arroyo es más estrecho, se alegra interiormente de que las
cosas le vayan saliendo bien y que su venganza podrá llevarla a cabo sin
grandes riesgos para su persona.
i) Hay un poliptoton o empleo de palabras de la misma
familia léxica nada más empezar y que acentúa las burlas de que Lázaro ha sido
objeto por parte del ciego hasta ese momento, motor de la venganza que piensa
tomar: "las malas burlas que el ciego burlaba de mí". Paronomasia en
"la noche más cierra, más recia". Vocabulario especial: aína
(pronto), postrer (último), se angosta (se estrecha), aparejo (conveniencia),
cabo (extremo); modismos: a pie enjuto (sin mojarse), en los pies de un trote
(corriendo). El chiste de oler la longaniza y no el poste. Comparaciones:
"póngome detrás del poste como quien espera tope de toro", "se
abalanza el pobre ciego como cabrón", "sonó tan recio como si diera
con una gran calabaza (hay que recordar que así empezó Lázaro su compañía con
el ciego en el toro de piedra del puente de Salamanca: allí fue Lázaro quien se
llevó el golpe); el humor y la ironía presentes en todo el pasaje. Abundancia
de formas personales de verbo y pronombres enclíticos : díjome, saquéle,
llevélo, etc.
j) Respuesta libre.
k) Respuesta libre.
UNIDADES
Cervantes
a) El marco espacio-temporal está indicado de manera
indeterminada y ambigua ("En un lugar de la Mancha...") y con
una alusión velada a algo que debió de ocurrirle al propio Cervantes
("...de cuyo nombre no quiero acordarme"), tal vez un tiempo de
prisión en una aldea de la Mancha (¿Argamasilla de Alba?)
b) En la primera, nos presenta a un hidalgo con la
lanza en astillero (estropeada o dejada de lado), y escudo antiguo; añade dos
detalles relacionados con sus animales: el caballo flaco y el galgo para la
caza (este segundo elemento saldrá a relucir más tarde). En la segunda, vemos
cómo es físicamente el hidalgo (tiene cincuenta años, de complexión fuerte,
delgado de cuerpo y de rostro) y conocemos dos costumbres: madrugar y cazar.
c) Las comidas más habituales eran las siguientes: más
vaca que carnero (en tiempos de Cervantes era la carne de la vaca menos
apreciada que la de carnero), salpicón (una comida de pobres que consistía en
pedacitos de tocino y de vaca condimentadas con cebolla, sal, vinagre,
etc), duelos y quebrantos (huevos fritos con torreznos), lentejas y algún
palomino de extra los domingos. La comida le reportaba las tres cuartas partes
de su hacienda. En cuanto a la vestimenta, sayo de paño negro, calzas y
pantuflos.
d) Sobre él existían diferencias entre los que
escriben la historia del personaje. Unos decían que era Quijada, otros Quesada,
aunque era más verosímil que se llamara Quejana. Pero Cervantes añade que lo
importante de la historia no es el nombre del hidalgo sino que lo que se diga
de él sea verdadero.
e) La caza fue sustituida por la lectura de libros de
caballerías. Para hacerse con el mayor número de libros de este tipo tuvo que
vender muchas hanegas de tierra de sembradura, con lo que su hacienda empezó a
ir a pique.
f) Feliciano de Silva, por la claridad de su
prosa, sus complejos argumentos y los pasajes de requiebros amorosos y
cartas de desafíos.
g) No sólo de leer tantos libros de caballerías de día
y de noche perdió el juicio nuestro hidalgo, sino también de su empeño por
desentrañar las razones que explicaban Feliciano de Silva y otros aurores en
sus libros, que ni el mismo Aristóteles, como dice Cervantes, habría sido capaz
de explicar.
h) Ambos se vuelven locos, pero la causa es diferente.
Si Tomás se cree hecho de vidrio es por una causa ajena a él, mientras que Don
Quijote, pierde el juicio por leer libros de caballerías.
i) Como un dechado de perfecciones tanto fisicas como
morales, pues ni el mundo al aire libre en que viven los gitanos deslustraron
la piel de su cara y de sus manos, ni la forma desvergonzada de vivir que
tienen ellos lograron que Preciosa perdiera un ápice de su noble ascendencia,
cortesía y honestidad.
Teoría literaria
a) 1. Mito: transformación de Medusa en piedra. 2.
Novela histórica: el personaje en primera persona, describe los
resultados de una batalla naval. 3. Cuento popular, con moraleja. 4. Mito:
transformación de Cipariso en ciprés.
Evaluación unidades
Literatura
a) La vida del Cervantes transcurre entre dos siglos:
el XVI, que es plenamente renacentista (ganas de vivir, influencias italianas
en los temas y las formas...), y el XVII, época del Barroco (desengaño,
desilusión, decadencia política, doctrinas de la Contrarreforma...).
b) Es sabido que Cervantes fue una persona con mala
suerte. Toda su vida fue una lucha contra el fracaso, pese a haber
triunfado con el Quijote. Ahí están sus estancias en la cárcel (su cautiverio
en Argel le marcó para siempre), unas debidas a su mala gestión y otras a las
circunstancias bélicas y a terceras personas. En cambio, se sintió honrado por
alguna desgracia sufrida, como la de ser herido en Lepanto.
c) Sugerencia. Obras poéticas: El Viaje al Parnaso
(asistencia a una asamblea de poetas presidida por Apolo; especie de crítica
literaria en verso). Epístola a Mateo Vázquez (tercetos dirigidos al secretario
de Felipe II para pedirle que interceda ante el rey para lograr su rescate y el
de los demás cautivos de Argel). Al túmulo de Felipe II (soneto con estrambote,
elogio de un soldado a la tumba del monarca español en Sevilla). Obras
dramáticas: entremés de El viejo celoso (adaptación de la novela ejemplar El
celoso extremeño: un viejo indiano se casa con una muchacha joven y, aunque la
encierra para que nadie enga acceso a ella, no puede evitar el adulterio de su
esposa con un pícaro). Las comedias Los baños de Argel (basada en sus recuerdos
de cautivo como Los tratos: un sacristán antisemita consigue con jugarretas que
los hebreros paguen su rescate al Cadí) y Pedro de Urdemalas (pícaro cínico e
ingenioso lucha para salir adelante en la vida sin lograrlo, aunque al hacerse
actor vive en las tablas cuanto deseaba ser y un horóscopo se lo había
predicho.
d) Las Novelas Ejemplares pueden clasificarse
atendiendo a las técnicas y puntos de vista empleados en ellas. Si la visión es
idealista y la vida se presenta bajo un prisma estilizado y exquisito,
encontramos novelas como La gitanilla, El amante liberal o La ilustre fregona
que podrían pertenecer al grupo con ese punto de vista. Y si, por el contrario,
la técnica y la visión del narrador son realistas y la vida en las novelas se
nos muestra como un reflejo de los vicios y virtudes de sus protagonistas,
formarían otro grupo bien distinto al que pertenecerían títulos como Rinconete
y Cortadillo, El coloquio de los perros o El licenciado Vidriera.
e) Primera parte: 52 capítulos, dos salidas de Don
Quijote. En la primera, tras haber decidido hacerse caballero andante y ser
armado caballero por un ventero que toma por el señor de un castillo, vive
algunas aventuras (Juan Haldudo, los comerciantes de Murcia...), un labrador de
su aldea lo devuelve a ella molido a golpes. En la segunda salida, acompañado
ya por su escudero Sancho, vuelve a vivir aventuras dispares (los molinos, el
vizcaíno, los conenados a galeras...) y, tras ser engañado por el cura y el
barbero, que están decidos a devolverle a su casa como sea, metido en una
jaula, regresa a su aldea. Segunda parte: 74 capítulos, tercera y última salida
de Don Quijote. Nuevas aventuras (encuentro con Diego de Miranda, el yelmo de
Mambrino, la cueva de Montesinos, el caballo Clavileño, el gobierno de Sancho
de la ínsula Barataria..., hasta el último combate contra Sansón Carrasco, que
en esta ocasión es el Caballero de la Blanca Luna, en el cual es vencido y,
como había pactado que con su derrota debía regresar a su casa, así lo hace;
allí enferma gravemente y, tras recobrar el juicio, hace testamento y muere.
f) La novela como género narrativo es el más complejo
e importante de todos. En ella se tratan los posibles problemas humanos vividos
por unos personajes definidos completamente en todos sus aspectos físicos y
psicológicos. La novela, así definida, puede ser de diversas clases: pastoril
(La Galatea de Cervantes es un buen ejemplo, donde unos pastores hablan de las
cuitas amorosas que les causa la pastora Galatea), caballeresca (Joanot
Martorell escribió una de las mejores novelas de caballerías más importantes,
Tirant lo Blanc), picaresca (con el Lazarillo empezó y continuó su camino con
el Guzmán, aunque entre el pícaro inocente de la primera, que sólo se mueve por
el hambre,y el pícaro de la segunda, delincuente y desvergonzado, hay mucha
diferencia), social (Dos días de septiembre, de Caballero Bonald), psicológica
(La Regenta, de "Clarín"), etc.
Comentario de texto literario
a) Dentro de la obra de Cervantes, el texto pertenece
a su faceta como novelista, cuando ya el autor está en plena madurez, pasada ya
la fiebre renacentista de La Galatea. El desengaño barroco está presente en el
fragmento que comentamos, que corresponde al Quijote, primera parte, segunda
salida, en la que ya le acompaña su escudero Sancho Panza y la realidad está
sujeta a constante mudanza, como el mismo caballero afirma al final de esta
conocida aventura de los molinos de viento.
b) Amo y escudero descubren en su camino unos cuantos
molinos de viento que Don Quijote confunde con gigantes, a los que debe
combatir a toda costa para quitarlos del mundo (en aquella época, recién
instaladas estas máquinas en el paisaje de la Mancha, debían de parecerles a
las pobres gentes engendros extraordinarios y sospechosos). Sin hacer caso a
Sancho, que le recuerda que aquellos no son gigantes sino molinos, Don Quijote arremete
con el primero que encuentra. Pero en ese momento el viento mueve las aspas con
tanta fuerza que, cuando el caballero las lancea, no puede evitar que una de
ellas lo derribe al suelo junto con su pobre Rocinante. Sancho acude a
socorrerle y le recuerda nuevamente lo de que eran molinos y no gigantes.
Entonces Don Qiuijote reacciona diciendo que el cambio de gigantes en molinos
(nótese que lo hace a la inversa) se debe a otro encantamiento del mismo sabio
que hizo desaparecer el aposento de los libros.
c) Estos son los dos planos que advertimos en la
presente aventura. Don Quijote transforma la realidad: ve gigantes en vez de
molinos. Sancho ve la realidad real. El primero, en vez de aspas ve brazos;
Sancho sólo ve lo que es, aspas que mueven con la fuerza del viento la piedra
que muele el grano en el interior del molino. Sólo tras el golpe, Don Quijote
invierte su realidad (la de los gigantes) en lo que cree cosa del sabio Frestón
(ha convertido los gigantes en molinos) para quitarle la gloria de haber
vencido a los gigantes.
d) Cree que las cosas de la guerra, como el caso
presente, están sujetas a constantes transformaciones. Además, piensa que
detrás de todo ello se halla Frestón, el mago que hizo desaparecer el aposento
de sus libros tras volver apaleado de su primera salida (cuando fueron el cura
y el barbero), el cual le ha convertido los gigantes en molinos para que no
saliera victorioso de la empresa.
e) Los gigantes son enemigos de los caballeros
andantes porque tienen prisioneras a las princesas de sus pensamientos.
Significan los problemas contra los que tienen que luchar para hacer valer la
verdad y la justicia sobre el mundo; de ahí que deban los caballeros andantes
extirparlos de raíz como malas simientes. En la mente de Cervantes, sin
embargo, debía de estar muy presente lo que significaban las máquinas de moler,
recién instauradas en Castilla, para las gentes sencillas y de poco seso. Se
juntan, pues, dos aspectos en uno: el literario y el de la vida corriente.
f) Podríamos dividir el texto en tres partes: en la
introducción, que abarcaría desde el principio hasta "desigual
batalla", asistimos al diálogo habido entre Don Quijote y Sancho sobre si
son molinos o gigantes lo que están viendo, y la decisión del primero de
presentarles batalla; en el desarrollo, que llegaría hasta "muy maltrecho
por el campo", vemos a Don Quijote espolear a su caballo para iniciar el
ataque, al viento mover las aspas al tiempo que el caballero lanceaba una de
ellas y, finalmente, la caída de Don Quijote a efectos del aspa que, empujada
con fuerza, rompió primero la lanza y luego echó a rodar por tierra al caballo
y al caballero; y el desenlace, hata el final, recoge la llegada de Sancho a
donde estaba su amo maltrecho para ayudarle y el diálogo habido entre los dos
personajes sobre la misma idea del principio, con la excepción de que Don
Quijote achaca su derrota, por un lado, a las características de las cosas de
la guerra, sujetas a mudamza siempre, y por otro, al sabio Frestón, que ha
cambiado los gigantes en molinos para desprestigiarle de nuevo.
g) El estilo directo se encuentra en los diálogos que
mantienen Don Qujote y Sancho (guiones, signos de interrogación y exclamación,
verbos de habla, pensamiento, etc., dos puntos después de éstos últimos,
parlamentos en tiempo presente, etc). El estilo indirecto se da cuando se
suprimen los dos puntos tras los verbos de habla y se sustituyen por la
conjunción "que", los guiones también desaparecen y las frases que
corresponderían a los parlamentos de los personajes varían los tiempos verbales
(especialmente, pretéritos imperfectos de indicativo y subjuntivo, aunque
también figuran otros tiempos). Ejemplos: De Sancho: "Advirtiéndole que
eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer."
"Le dije a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino
molinos de viento..." De Don Quijote: "Pidiéndole que en tal
trance le socorriese..." "Pienso que aquel sabio Frestón (...) ha
vuelto estos gigantes en molinos."
h) Además de figurar palabras y expresiones propias de
los libros de caballerías, como aventuras, fiera y desigual batalla,
desaforados gigantes, dio de espuelas, encomendándose de todo corazón a su
señora Dulcinea, rodela, lanza en ristre, etc., están los parlamentos de Don
Quijote, que imitan los de los antiguos caballeros andantes: "Non fuyades
(palabras que ya no se usan en tiempos de Cervantes, por "no
huyáis"), cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os
acomete" O "Pues aunque mováis más brazos que el gigante Briareo (era
un gigante de cien brazos en los libros de caballerías), me lo habéis de
pagar" También, la alusión al sabio Frestón (imitación de los encantadores
enemigos de los caballeros andantes; un ejemplo, Arcaláus en el Amadís). O las
expresiones "quitarme la gloria de su vencimiento" y "han de
poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada."
i) Dentro del lenguaje llano, ajeno a toda afectación,
que caracteriza a Cervantes, se observa cómo adapta la lengua a los registros
de sus personajes: culto y a veces grandilocuente cuando habla Don Quijote, y
coloquial y familiar cuando lo hace Sancho. Respecto a los recursos propiamente
literarios descubrimos algunos: metáfora: mala simiente (por
"gigantes"); personificación (la bondad de mi espada); hipérbole
(brazos largos de casi dos leguas); comparaciones (los molinos de viento
parecen gigantes; las aspas, brazos); anáfora (ni oía las voces de su escudero
Sancho, ni echaba de ver)...
j) En los pasajes narrativos domina el pretérito
perfecto simple, que es el tiempo propio de la narración en pasado acabado, y
el pretérito imperfecto de indicativo, que indica simultaneidad del anterior
(dio, daba, eran, iba a acometer, oía, echaba de ver, estaba, iba
diciendo, levantóse, comenzaron a moverse, dijo, arremetió, embistió, volvió,
fue rodando, acudió, llegó, halló, podía... Unos y otros en tercera persona, la
más indicada para el narrador omnisciente que cuenta la historia. En los
diálogos, el tiempo más habitual es el presente en primera persona, para
adecuarse al personaje que habla, aunque también aparecen otros tiempos propios
de la función apelativa que domina en este tipo de elocución, como el
imperativo; también podemos encontrarnos otros tiempos verbales (el pretérito
perfecto simple cuando el interlocutor se refiere al pasado, por ejemplo): va
guiando, ves, se descubren, pienso, es , suelen tener, mire, parecen,
son, hacen, estás, tienes, ponte, voy a entrar...
k) Respuesta libre.
l) Respuesta libre.
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