HIPÉRBATON:
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Es un procedimiento
expresivo que afecta el nivel sintáctico, alterando el orden de las palabras
(ruptura de sintagmas: “Formidable de la tierra bostezo” por “formidable bostezo
de la tierra” verbo al final, como en latín: “sus quejas imitando”, etc.),
tanto en prosa, como, sobre todo, en verso. Con el hipérbaton se cambia también
el orden lógico en la comunicación de las ideas.
Como ejemplo de
hipérbaton “La bicicleta”, donde la construcción del poema no sería posible sin
la utilización de esta figura. La oración correctamente formulada, haría
insostenible la estructura del soneto y el ritmo interno del poema: “El
silencio está detenido en rueda/ y la distancia en freno congelado.”, donde
dice:
En
rueda está el silencio detenido,
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido
la infancia del pedal sobre la infancia
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido
la infancia del pedal sobre la infancia
HIPÉRBOLE:
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Figura retórica
consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una realidad,
amplificándola o disminuyéndola. La hipérbole se concreta en el uso de términos
enfáticos y expresiones exageradas. Este procedimiento es utilizado con
frecuencia en el lenguaje coloquial y en la propaganda. En esta última se
produce una comunicación encomiástica desmesurada con el fin de provocar en el
oyente la adhesión a su mensaje en el que todo se revela como “excepcional”,
“extraordinario”, “colosal”, “fantástico”,etc.
En una estrofa del poema
“Primera Invocación a Nuestra del Apocalipsis”, la figura de María, virgen
madre de Dios, se transforma, por extensión, a través del uso de la hipérbole,
en “cuna que abarca el mundo”. El mecanismo lógico indica que si Dios es
creador del mundo, y María madre de su Hijo, que a su vez es Él, entonces María
es madre del mundo. La exageración consiste, en términos metafóricos, en considerar
que una “cuna”, elemento donde cabe algo pequeño, pueda abarcar la superficie
inmensa del mundo.
Haz que mi cuerpo siga tu madrugada. Canten
tus soles en mi mesa.
Que no despierte a solas en la noche mirando
las redes fabulosas del pasado.
Y cuando me hunda y me hunda sobre tus huellas, deja
que los cegados perros de mis palabras busquen
el prodigioso pie de tu ternura.
Cántico de la tierra.
Estrella de los vientos.
Cuna que abarca el mundo
tus soles en mi mesa.
Que no despierte a solas en la noche mirando
las redes fabulosas del pasado.
Y cuando me hunda y me hunda sobre tus huellas, deja
que los cegados perros de mis palabras busquen
el prodigioso pie de tu ternura.
Cántico de la tierra.
Estrella de los vientos.
Cuna que abarca el mundo
METONIMIA:
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Es la sustitución de un
término por otro, fundándose en relaciones de causalidad, procedencia o
sucesión existentes entre los significados de ambos términos. Según los
diferentes modos de contigüidad, se producen diversos tipos de metonimia. Esta
aparece:
a) Cuando se designa una causa por
medio de su efecto:
- “Ana fue la alegría de
la fiesta” (fue la causa de la alegría de la fiesta).
b) Cuando se alude al efecto por
medio de la causa:
- “Le hizo daño el sol”
(le hizo daño el calor producido por el calor del sol).
c) Cuando se denomina un objeto por
medio del lugar donde produce o de donde
procede:
- “Un Rioja, un Jerez,
un Ribeiro” (una botella de vino de Rioja).
d) Cuando se designa a
un pintor, escritor, soldado, torero, etc, por medio del instrumento que
maneja:
- “Es un gran pincel”;
“tiene una pluma incisiva” (escritor agudo); “es el cornete del regimiento”;
“es un buen espada” (torero).
e) cuando se menciona
una obra por el autor de la misma:
- “En el Museo del Prado
hay varios Rubens” (varios cuadros de Rubens).
f) Cuando se designa una
característica moral por medio de una
realidad física:
- “No tiene corazón” (es
una persona sin sentimientos).
g) Cuando se emplea el signo para
designar la cosa significada:
- “La media luna dominó
España” (los árabes).
La metonimia, como la
metáfora, la alegoría y el símbolo, son tropos literarios que tienen en común
el basarse en la sustitución de términos que implican una traslación o
desplazamiento del significado. Lo que diferencia esencialmente a la metonimia
de la metáfora es que, en la metonimia esa traslación se produce dentro del
mismo campo semántico (causa-efecto, obra-autor, etc.), mientras que en la
metáfora se produce entre términos cuyos conceptos pertenecen a campos
distintos: río-vida; mar-muerte; dientes-perlas, etc.
En la primera estrofa
del poema “Gólgota” encontramos un ejemplo excepcional de metáfora y metonimia.
La metáfora central del cuarteto es la asociación del Cristo crucificado con la
imagen del cordero sacrificial abierto. La asociación directa entre estos dos
campos semánticos diversos –mundo de la divinidad, mundo de los animales- se
produce por medio de la presencia de la “cerviz” (nuca, cogote, degolladero),
lugar corporal del sacrificio. Para ello, fue necesario la existencia de un
proceso metonímoco en el campo semántico que inaugura el poema, el de Cristo
crucificado. La metonimia se establece entre la figura completa de “Cristo”, su
“cerviz” y su “cabeza”, donde “cerviz” es parte de “cabeza”, y “cabeza”
parte de “Cristo”.
Cristo, cerviz de noche:
tu cabeza
al viernes otra vez, de nuevo al muerto
que volverás a ser, cordero abierto,
donde la eternidad del clavo empieza.
al viernes otra vez, de nuevo al muerto
que volverás a ser, cordero abierto,
donde la eternidad del clavo empieza.
Ojos que al estertor de
la tristeza
se van, ya se nos van. ¿Hasta qué puerto?
Toda la sed del mundo te ha cubierto,
y de abandono toda tu pobreza.
se van, ya se nos van. ¿Hasta qué puerto?
Toda la sed del mundo te ha cubierto,
y de abandono toda tu pobreza.
No sé cómo llamarte ni
qué nombre
te voy a dar, si somos sólo un hombre
los dos en este viernes de tu nada.
te voy a dar, si somos sólo un hombre
los dos en este viernes de tu nada.
Y siento en mi costado
todo el frío,
y en tu abandono, a solas, hijo mío,
toda mi carne en ti crucificada
y en tu abandono, a solas, hijo mío,
toda mi carne en ti crucificada
OXÍMORON:
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Figura literaria
consistente en la unión de dos términos de significado opuesto que, lejos de
excluirse, se complementan para resaltar el mensaje que transmiten.
En el poema “Distancia
de dos”, hay una imagen que realiza la alianza entre dos elementos opuestos: lo
más caliente, el fuego en forma de “llama” junto con lo más frío, la “nieve”:
¿Desde dónde surgiste
para encender la llama
sobre la nieve sola?
sobre la nieve sola?
PERSONIFICACIÓN:
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Atribución de cualidades
o comportamientos humanos a seres inanimados o abstractos, como ocurre en las
fábulas, cuentos maravillosos y alegorías. En los autos sacramentales aparecen
ejemplos de personificación alegórica: la culpa, la sabiduría, la gracia, etc.
También se aplica el término al hecho de representar una cualidad, virtud o
vicio a partir de determinados rasgos de una personalidad que se convierte en
prototipo: así Don Juan es la personificación del seductor.
En el soneto “La visita”
se pueden rastrear cualidades y comportamientos humanos en “la niebla”, figura
central del poema; con mucha intensidad en su segunda estrofa:
LA
VISITA
Huí de mi país porque a
mi casa
se acercan ya los asesinos.
Abro la puerta en otra tierra y pasa
la niebla con sus dedos repentinos.
se acercan ya los asesinos.
Abro la puerta en otra tierra y pasa
la niebla con sus dedos repentinos.
Se sienta aquí sobre una
silla sola,
me mira sin mirar y se desliza
como el sudario de una ola.
La niebla tiene sal y tiene prisa.
me mira sin mirar y se desliza
como el sudario de una ola.
La niebla tiene sal y tiene prisa.
Y luego borra muros y
ventanas,
mañanas y mañanas y mañanas:
me borra todo con su voz borrosa,
mañanas y mañanas y mañanas:
me borra todo con su voz borrosa,
me dice aquí con su
pisada trunca
lo que hay de nunca en la palabra nunca.
La niebla y yo somos la misma cosa
lo que hay de nunca en la palabra nunca.
La niebla y yo somos la misma cosa
POLISÍNDETON:
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Término griego (poly
– sindeton: muy atado) con el que se denomina una figura literaria
caracterizada por la recurrencia de nexos coordinantes a lo largo de un texto
para unir palabras, sintagmas o proposiciones, en marcado contraste con el
procedimiento habitual de vincular únicamente los dos últimos elementos de
dichas unidades o conjuntos. Utilizado intencionadamente como recurso
estilístico, el polisíndeton confiere al texto una sensación de lentitud,
intensidad de expresión y, en algunos casos, de solemne gravedad.
En el primer terceto del
soneto “La visita” se encuentra un clarísimo ejemplo de polisíndeton. La
reiteración de la palabra “mañana”, debería estar ligada por el nexo
coordinante “y” de la siguiente manera: “mañanas, mañanas y
mañanas”, pero se suma al verso otro coordinante “y”: “mañanas y mañanas y
mañanas”
LA
VISITA
Huí de mi país porque a
mi casa
se acercan ya los asesinos.
Abro la puerta en otra tierra y pasa
la niebla con sus dedos repentinos.
se acercan ya los asesinos.
Abro la puerta en otra tierra y pasa
la niebla con sus dedos repentinos.
Se sienta aquí sobre una
silla sola,
me mira sin mirar y se desliza
como el sudario de una ola.
La niebla tiene sal y tiene prisa.
me mira sin mirar y se desliza
como el sudario de una ola.
La niebla tiene sal y tiene prisa.
Y luego borra muros y
ventanas,
mañanas y mañanas y mañanas:
me borra todo con su voz borrosa,
mañanas y mañanas y mañanas:
me borra todo con su voz borrosa,
me dice aquí con su
pisada trunca
lo que hay de nunca en la palabra nunca.
La niebla y yo somos la misma cosa.
lo que hay de nunca en la palabra nunca.
La niebla y yo somos la misma cosa.
SINESTESIA:
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Procedimiento que
consiste en una transposición de sensaciones, es decir, en la atribución de una
sensación a un sentido que no le corresponde.
En el poema “Monólogo en
la torre”, podemos encontrar este ejemplo de sinestesia:
Y en los muros hay caras
que se encienden,
que te acechan, relámpagos de náuseas
que te acechan, relámpagos de náuseas
donde un elemento
visual, “relámpago”, es fusionado con otro fisiológico, relacionado con el
dolor y la enfermedad, cuyo sentido más cercano es el del tacto.
SONETO:
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Poema formado por
catorce versos, distribuidos en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos.
Su rima es constante; en los cuartetos puede ser de dos clases: abrazada (ABBA
– ABBA), o bien, alterna o cruzada (ABAB – ABAB); en los tercetos puede
presentar dos o tres rimas, distribuidas de forma variable, aunque las más
frecuentes han sido las de tipo CDC – DCD y CDE – CDE
El siguiente soneto es
de rima consonante abrasada en sus dos cuartetos y sus versos riman
CDE-CDE en los dos tercetos.
COMEDOR
|
RIMA
|
Huelo todo el pasado en esta casa
Siento toda la ausencia en esta ropa. Vacío el comedor, bebo en la copa que un viento asolador muele y arrasa.
Desierto sobre el piso el año caza
mi pie que ya se fue. Que fue. Galopa el año en el mantel. Sobre la sopa fría la edad toda la noche traza.
Busco el pasado entero en esta mesa:
las manos que no son y están, el mundo que estuvo alrededor de este vacío.
Y al levantar de nuevo la cabeza
huelo todo el ayer, y aquí, profundo, me encuentro a solas con la edad y el frío. |
A
B B A
A
B B A
C
D E
C
D E |
Mayoritariamente, los
versos de un soneto cuentan, en la lengua española, con once sílabas cada uno
(endecasílabo) y, alternativamente, de acuerdo a la influencia de tradiciones
de otras lenguas y a desarrollos propios del castellano, se pueden encontrar de
diversas medidas (octosílabo, alejandrino).
Cada verso de “Comedor”,
cuenta con 11 sílabas métricas:
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
11
|
SÍLABAS
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Hue /
|
lo/
|
to/
|
do-el/
|
pa/
|
sa/
|
do-en/
|
es/
|
ta/
|
ca/
|
sa.
|
La división estrófica
clásica de la lengua española (ver arriba) no es para los poetas
hispanohablantes la única opción posible; junto a ella se encuentran otras
diversas: un octeto y dos tercetos; un octeto y un sexteto; o los catorce
versos seguidos.
En el siguiente soneto,
el poeta organiza los 14 versos en una sola tirada:
DAMA
Esta dama sin cara
ni camisa,
alta de cuello, suave de cintura,
tiene todo el temblor de la hermosura
que el tiempo oculta y el amor desliza.
Esta dama que viene de la brisa
y el rango lleva de su propia altura,
tiene ese no sé qué de la ternura
de una dama sin fin, bella y precisa.
Aunque esta dama nunca duerma en cama
parece dama sin que sea dama
y domina desnuda el mundo entero.
Esta dama perdona y no perdona.
Y para eso luce una corona
esta dama que reina en el tablero
alta de cuello, suave de cintura,
tiene todo el temblor de la hermosura
que el tiempo oculta y el amor desliza.
Esta dama que viene de la brisa
y el rango lleva de su propia altura,
tiene ese no sé qué de la ternura
de una dama sin fin, bella y precisa.
Aunque esta dama nunca duerma en cama
parece dama sin que sea dama
y domina desnuda el mundo entero.
Esta dama perdona y no perdona.
Y para eso luce una corona
esta dama que reina en el tablero
ASÍNDETON:
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|
Figura que afecta a la
construcción sintáctica del enunciado y que consiste en la omisión de nexos o
conjunciones entre palabras, proposiciones u oraciones. Esta ausencia de nexos
confiere al texto una mayor fluidez verbal, al tiempo que transmite una
sensación de movimiento y dinamismo o de apasionamiento, y contribuye a
intensificar la fuerza expresiva y el tono del mensaje.
En el poema “El Cristo
hueco”, el poeta logra, después de los primeros cuatro versos -cuyos elementos
están correctamente conectados con nexos-, intensificar la superposición de
acciones e imágenes mediante la eliminación de los nexos correspondientes. En
el verso “¡Cerrar ventanas,[y] tabicar las puertas:” se
eliminó el nexo lógico “y”. El mismo nexo se encuentra elidido antes del último
elemento de la enumeración de los versos siguientes: “la roña, el moho, los
óxidos mortales,/ [y] el cardenillo de los
siglos!”
Edades
grises, clavos espectrales,
lívidas oquedades y tornillos,
herrumbres y troneras,
cicatrices de muros.
¡Cerrar ventanas, tabicar las puertas:
que no se vea, en cenicienta máscara,
la roña, el moho, los óxidos mortales,
el cardenillo de los siglos!
Metido en su cajón abandonado,
o en muchas cajas (mas tapiadas siempre),
estiletazos en la cara,
la estúpida nariz, nariz risible,
y anónimo rincón en donde vive.
O mejor: ya no vive: se desvive:
o se murió y a su agonía nadie asiste,
tirado contra el hueco de la puerta,
rota la mano que anteayer sanaba,
vacío y coronado de la espina.
¡Oh cárdenos desiertos de los ojos cegados!
¡Allí está el Cristo de este mundo el Hombre!
lívidas oquedades y tornillos,
herrumbres y troneras,
cicatrices de muros.
¡Cerrar ventanas, tabicar las puertas:
que no se vea, en cenicienta máscara,
la roña, el moho, los óxidos mortales,
el cardenillo de los siglos!
Metido en su cajón abandonado,
o en muchas cajas (mas tapiadas siempre),
estiletazos en la cara,
la estúpida nariz, nariz risible,
y anónimo rincón en donde vive.
O mejor: ya no vive: se desvive:
o se murió y a su agonía nadie asiste,
tirado contra el hueco de la puerta,
rota la mano que anteayer sanaba,
vacío y coronado de la espina.
¡Oh cárdenos desiertos de los ojos cegados!
¡Allí está el Cristo de este mundo el Hombre!
COMPARACIÓN:
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Figura retórica que
consiste en relacionar dos términos entre sí por la semejanza o analogía que
presentan las realidades designadas por ellos. Esa relación se establece,
generalmente, por medio de partículas o nexos comparativos: “como”, “así”,
“tal”, “igual que”, “tan”, “semejante a”, “lo mismo que”, etc.
En el poema “Soliloquio
de la enamorada en la noche” podemos encontrar la siguiente comparación:
Ay: el
tiempo del amor derrotado, el minuto del viento que pregunta
fluyen en mí, manan de mi cuerpo como los ríos claustrales de la ausencia
fluyen en mí, manan de mi cuerpo como los ríos claustrales de la ausencia
donde se pueden
encontrar ambos términos comparados, relacionados por el nexo “como”.
ENCABALGAMIENTO:
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Es el desajuste
producido en una estrofa al no coincidir la pausa morfosintáctica con la pausa
métrica de un verso. Esto ocurre cuando el sentido de una frase no queda
completo en el marco de dicho verso (al que se denomina encabalgante) y continúa en el verso siguiente (encabalgado),
de forma que la pausa versal del primero rompe unidades sintácticas
estrechamente vinculadas.
En la primera estrofa
del poema “Aeropuerto” queremos destacar un ejemplo representativo del
encabalgamiento. La oración que inicia el verso encabalgante “si se
encienden las pupilas rojas que indican la salida” completa su estructura
gramatical en parte del encabalgado “de algún avión: si Londres, si
Ginebra”:
Nada hay tan desolado
como un aeropuerto al amanecer.
Si alguien dormita,
si parece que alguien lee,
si se encienden las pupilas rojas que indican la salida
de algún avión: si Londres, si Ginebra,
si Río, si Santiago;
si te llaman por los altavoces,
si llegas acezando, si pronuncias
un nombre: si abrazas y te odias,
si te queman las palabras que has guardado,
si el dinero que circula
entre un señor y otro señor.
No hay nada
tan desolado como un aeropuerto al amanecer.
si parece que alguien lee,
si se encienden las pupilas rojas que indican la salida
de algún avión: si Londres, si Ginebra,
si Río, si Santiago;
si te llaman por los altavoces,
si llegas acezando, si pronuncias
un nombre: si abrazas y te odias,
si te queman las palabras que has guardado,
si el dinero que circula
entre un señor y otro señor.
No hay nada
tan desolado como un aeropuerto al amanecer.
ÉNFASIS:
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Término de origen griego
(empha-sis, de emphaino:
hacer ver) con el que se designa una figura retórica que se produce cuando el
emisor enuncia, de forma alusiva y sugerente, un mensaje del que se
sobreentiende más de lo que se dice y cuyo sentido pleno depende del contexto y
de la intensidad y entonación con que suele resaltarse dicho mensaje.
El soneto titulado “Qué
plúmbeo el lagrimal roto en la mano” está cruzado por el recurso del énfasis,
en la medida en que el mensaje sugerido en el primer verso encuentra todo su
sentido en el contexto general del poema. En la primera estrofa, a partir de la
presencia del color gris plomizo del lagrimal, enfatizada por la entonación de
la partícula “qué”, llegamos a comprender, tras el refuerzo del segundo verso,
la situación de la muerte de un pez, transfigurada por el poema. Del mismo
modo, el giro poético que encabeza también las siguientes estrofas, va
develando aquello a lo que hace referencia el poeta: el pez representa al ser
humano cazado por el “pescador de almas” (Cristo) y el mar el mundo del que
tiene que partir para llegar al “lugar de los lugares”.
Qué plúmbeo el lagrimal
roto en la mano,
tirando a tierra y desafiando al cielo.
Qué córnea en desgarrón por el anzuelo
sale del agua a lomo del gusano.
tirando a tierra y desafiando al cielo.
Qué córnea en desgarrón por el anzuelo
sale del agua a lomo del gusano.
Qué carnada del llanto,
qué lejano
pareces, pescador, desde este suelo.
Si tu caña se hundió, qué paralelo
dentella el muerto tu sedal anciano.
pareces, pescador, desde este suelo.
Si tu caña se hundió, qué paralelo
dentella el muerto tu sedal anciano.
Qué párpado veloz y
submarino
corre buscando a tientas el camino
que lleve hacia el lugar de los lugares.
corre buscando a tientas el camino
que lleve hacia el lugar de los lugares.
¡Pero qué oscuras son
aquí las olas
profundas, más profundas, y qué a solas
me pierdo entre ese anzuelo y estos mares!
profundas, más profundas, y qué a solas
me pierdo entre ese anzuelo y estos mares!
HIPÉRBATON:
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Es un procedimiento
expresivo que afecta el nivel sintáctico, alterando el orden de las palabras
(ruptura de sintagmas: “Formidable de la tierra bostezo” por “formidable
bostezo de la tierra” verbo al final, como en latín: “sus quejas imitando”,
etc.), tanto en prosa, como, sobre todo, en verso. Con el hipérbaton se cambia
también el orden lógico en la comunicación de las ideas.
Como ejemplo de
hipérbaton podemos citar el primer cuarteto del soneto “La bicicleta”, donde la
construcción del poema no sería posible sin la utilización de esta figura. La
oración correctamente formulada, haría insostenible la estructura del soneto y
el ritmo interno del poema: “El silencio está detenido en rueda/ y la distancia
en freno congelado.”, donde dice:
En
rueda está el silencio detenido,
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido
la infancia del pedal sobre la infancia.
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido
la infancia del pedal sobre la infancia.
HIPÉRBOLE:
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|
Figura retórica
consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una realidad,
amplificándola o disminuyéndola. La hipérbole se concreta en el uso de términos
enfáticos y expresiones exageradas. Este procedimiento es utilizado con
frecuencia en el lenguaje coloquial y en la propaganda. En esta última se
produce una comunicación encomiástica desmesurada con el fin de provocar en el
oyente la adhesión a su mensaje en el que todo se revela como “excepcional”,
“extraordinario”, “colosal”, “fantástico”,etc.
En una estrofa del poema,
“Primera Invocación a Nuestra del Apocalipsis”, la figura de María, virgen
madre de Dios, se transforma, por extensión, a través del uso de la hipérbole,
en “cuna que abarca el mundo”. El mecanismo lógico indica que si Dios es
creador del mundo, y María madre de su Hijo, que a su vez es Él, entonces María
es madre del mundo. La exageración consiste, en términos metafóricos, en
considerar que una “cuna”, elemento donde cabe algo pequeño, pueda abarcar la superficie
inmensa del mundo.
Haz que mi cuerpo siga tu madrugada. Canten
tus soles en mi mesa.
Que no despierte a solas en la noche mirando
las redes fabulosas del pasado.
Y cuando me hunda y me hunda sobre tus huellas, deja
que los cegados perros de mis palabras busquen
el prodigioso pie de tu ternura.
Cántico de la tierra.
Estrella de los vientos.
Cuna que abarca el mundo.
tus soles en mi mesa.
Que no despierte a solas en la noche mirando
las redes fabulosas del pasado.
Y cuando me hunda y me hunda sobre tus huellas, deja
que los cegados perros de mis palabras busquen
el prodigioso pie de tu ternura.
Cántico de la tierra.
Estrella de los vientos.
Cuna que abarca el mundo.
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