viernes, 7 de diciembre de 2012



 HIPÉRBATON:
Es un procedimiento expresivo que afecta el nivel sintáctico, alterando el orden de las palabras (ruptura de sintagmas: “Formidable de la tierra bostezo” por  “formidable bostezo de la tierra” verbo al final, como en latín: “sus quejas imitando”, etc.), tanto en prosa, como, sobre todo, en verso. Con el hipérbaton se cambia también el orden lógico en la comunicación de las ideas.

Como ejemplo de hipérbaton “La bicicleta”, donde la construcción del poema no sería posible sin la utilización de esta figura. La oración correctamente formulada, haría insostenible la estructura del soneto y el ritmo interno del poema: “El silencio está detenido en rueda/ y la distancia en freno congelado.”, donde dice:
En rueda está el silencio detenido, 
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido 
la infancia del pedal sobre la infancia













 HIPÉRBOLE:
Figura retórica consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una realidad, amplificándola o disminuyéndola. La hipérbole se concreta en el uso de términos enfáticos y expresiones exageradas. Este procedimiento es utilizado con frecuencia en el lenguaje coloquial y en la propaganda. En esta última se produce una comunicación encomiástica desmesurada con el fin de provocar en el oyente la adhesión a su mensaje en el que todo se revela como “excepcional”, “extraordinario”, “colosal”, “fantástico”,etc.

En una estrofa del poema “Primera Invocación a Nuestra del Apocalipsis”, la figura de María, virgen madre de Dios, se transforma, por extensión, a través del uso de la hipérbole, en “cuna que abarca el mundo”. El mecanismo lógico  indica que si Dios es creador del mundo, y María madre de su Hijo, que a su vez es Él, entonces María es madre del mundo. La exageración consiste, en términos metafóricos, en considerar que una “cuna”, elemento donde cabe algo pequeño, pueda abarcar la superficie inmensa del mundo.
Haz que mi cuerpo siga tu madrugada. Canten
tus soles en mi mesa.
Que no despierte a solas en la noche mirando
las redes fabulosas del pasado.
Y cuando me hunda y me hunda sobre tus huellas, deja
que los cegados perros de mis palabras busquen
el prodigioso pie de tu ternura.
Cántico de la tierra.
Estrella de los vientos.
Cuna que abarca el mundo
 METONIMIA:
Es la sustitución de un término por otro, fundándose en relaciones de causalidad, procedencia o sucesión existentes entre los significados de ambos términos. Según los diferentes modos de contigüidad, se producen diversos tipos de metonimia. Esta aparece:
a) Cuando se designa una causa por medio de su efecto:
- “Ana fue la alegría de la fiesta” (fue la causa de la alegría de la fiesta).
b) Cuando se alude al efecto por medio de la causa:
- “Le hizo daño el sol” (le hizo daño el calor producido por el calor del sol).
c) Cuando se denomina un objeto por medio del lugar donde produce o de donde procede:
- “Un Rioja, un Jerez, un Ribeiro” (una botella de vino de Rioja).
d) Cuando se designa a un pintor, escritor, soldado, torero, etc, por medio del instrumento que maneja:
- “Es un gran pincel”; “tiene una pluma incisiva” (escritor agudo); “es el cornete del regimiento”; “es un buen espada” (torero).
e) cuando se menciona una obra por el autor de la misma:
- “En el Museo del Prado hay varios Rubens” (varios cuadros de Rubens).
f) Cuando se designa una característica moral por medio de una realidad física:
- “No tiene corazón” (es una persona sin sentimientos).
g) Cuando se emplea el signo  para designar la cosa significada:
- “La media luna dominó España” (los árabes).
La metonimia, como la metáfora, la alegoría y el símbolo, son tropos literarios que tienen en común el basarse en la sustitución de términos que implican una traslación o desplazamiento del significado. Lo que diferencia esencialmente a la metonimia de la metáfora es que, en la metonimia esa traslación se produce dentro del mismo campo semántico (causa-efecto, obra-autor, etc.), mientras que en la metáfora se produce entre términos cuyos conceptos pertenecen a campos distintos: río-vida; mar-muerte; dientes-perlas, etc.

En la primera estrofa del poema “Gólgota” encontramos un ejemplo excepcional de metáfora y metonimia. La metáfora central del cuarteto es la asociación del Cristo crucificado con la imagen del cordero sacrificial abierto. La asociación directa entre estos dos campos semánticos diversos –mundo de la divinidad, mundo de los animales- se produce por medio de la presencia de la “cerviz” (nuca, cogote, degolladero), lugar corporal del sacrificio. Para ello, fue necesario la existencia de un proceso metonímoco en el campo semántico que inaugura el poema, el de Cristo crucificado. La metonimia se establece entre la figura completa de “Cristo”, su “cerviz”  y su “cabeza”, donde “cerviz” es parte de “cabeza”, y “cabeza” parte de “Cristo”.
Cristo, cerviz de noche: tu cabeza
al viernes otra vez, de nuevo al muerto
 
que volverás a ser, cordero abierto,
 
donde la eternidad del clavo empieza.
Ojos que al estertor de la tristeza
se van, ya se nos van. ¿Hasta qué puerto? 
 
Toda la sed del mundo te ha cubierto,
y de abandono toda tu pobreza.
No sé cómo llamarte ni qué nombre 
te voy a dar, si somos sólo un hombre
 
los dos en este viernes de tu nada.
Y siento en mi costado todo el frío, 
y en tu abandono, a solas, hijo mío,
 
toda mi carne en ti crucificada
 OXÍMORON:
Figura literaria consistente en la unión de dos términos de significado opuesto que, lejos de excluirse, se complementan para resaltar el mensaje que transmiten.

En el poema “Distancia de dos”, hay una imagen que realiza la alianza entre dos elementos opuestos: lo más caliente, el fuego en forma de “llama” junto con lo más frío, la “nieve”:
¿Desde dónde surgiste para encender la llama 
sobre la nieve
 sola?

 PERSONIFICACIÓN:
Atribución de cualidades o comportamientos humanos a seres inanimados o abstractos, como ocurre en las fábulas, cuentos maravillosos y alegorías. En los autos sacramentales aparecen ejemplos de personificación alegórica: la culpa, la sabiduría, la gracia, etc. También se aplica el término al hecho de representar una cualidad, virtud o vicio a partir de determinados rasgos de una personalidad que se convierte en prototipo: así Don Juan es la personificación del seductor.
En el soneto “La visita” se pueden rastrear cualidades y comportamientos humanos en “la niebla”, figura central del poema; con mucha intensidad en su segunda estrofa:
LA VISITA
Huí de mi país porque a mi casa 
se acercan ya los asesinos.
Abro la puerta en otra tierra y pasa
 
la niebla con sus dedos repentinos.
Se sienta aquí sobre una silla sola,
me mira sin mirar y se desliza
 
como el sudario de una ola.
La niebla tiene sal y tiene prisa.
Y luego borra muros y ventanas,
mañanas y mañanas y mañanas:
me borra todo con su voz borrosa,
me dice aquí con su pisada trunca 
lo que hay de nunca en la palabra nunca.
La niebla y yo somos la misma cosa
POLISÍNDETON:
Término griego (poly – sindeton: muy atado) con el que se denomina una figura literaria caracterizada por la recurrencia de nexos coordinantes a lo largo de un texto para unir palabras, sintagmas o proposiciones, en marcado contraste con el procedimiento habitual de vincular únicamente los dos últimos elementos de dichas unidades o conjuntos. Utilizado intencionadamente como recurso estilístico, el polisíndeton confiere al texto una sensación de lentitud, intensidad de expresión y, en algunos casos, de solemne gravedad.

En el primer terceto del soneto “La visita” se encuentra un clarísimo ejemplo de polisíndeton. La reiteración de la palabra “mañana”, debería estar ligada por el nexo coordinante “y” de la siguiente manera: “mañanas, mañanas y mañanas”, pero se suma al verso otro coordinante “y”: “mañanas y mañanas y mañanas” 
LA VISITA
Huí de mi país porque a mi casa
se acercan ya los asesinos.
Abro la puerta en otra tierra y pasa
 
la niebla con sus dedos repentinos.
Se sienta aquí sobre una silla sola,
me mira sin mirar y se desliza
 
como el sudario de una ola.
La niebla tiene sal y tiene prisa.
Y luego borra muros y ventanas,
mañanas y mañanas y mañanas:
me borra todo con su voz borrosa,
me dice aquí con su pisada trunca
lo que hay de nunca en la palabra nunca.
La niebla y yo somos la misma cosa.

 SINESTESIA:
Procedimiento que consiste en una transposición de sensaciones, es decir, en la atribución de una sensación a un sentido que no le corresponde.

En el poema “Monólogo en la torre”, podemos encontrar este ejemplo de sinestesia:
Y en los muros hay caras que se encienden,
que te acechan,
 relámpagos de náuseas
donde un elemento visual, “relámpago”, es fusionado con otro fisiológico, relacionado con el dolor y la enfermedad, cuyo sentido más cercano es el del tacto.

 SONETO:
Poema formado por catorce versos, distribuidos en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. Su rima es constante; en los cuartetos puede ser de dos clases: abrazada (ABBA – ABBA), o bien, alterna o cruzada (ABAB – ABAB); en los tercetos puede presentar dos o tres rimas, distribuidas de forma variable, aunque las más frecuentes han sido las de tipo CDC – DCD y CDE – CDE
El siguiente soneto es de rima consonante abrasada en sus dos cuartetos y sus versos riman CDE-CDE  en los dos tercetos.
COMEDOR
RIMA
Huelo todo el pasado en esta casa
Siento toda la ausencia en esta ropa.
Vacío el comedor, bebo en la copa
que un viento asolador muele y arrasa.
Desierto sobre el piso el año caza
mi pie que ya se fue. Que fue. Galopa
el año en el mantel. Sobre la sopa
fría la edad toda la noche traza.
Busco el pasado entero en esta mesa:
las manos que no son y están, el mundo
que estuvo alrededor de este vacío.
Y al levantar de nuevo la cabeza
huelo todo el ayer, y aquí, profundo,
me encuentro a solas con la edad y el frío.
A
B
B
A
A
B
B

A
C
D
E
C
D
E
Mayoritariamente, los versos de un soneto cuentan, en la lengua española, con once sílabas cada uno (endecasílabo) y, alternativamente, de acuerdo a la influencia de tradiciones de otras lenguas y a desarrollos propios del castellano, se pueden encontrar de diversas medidas (octosílabo, alejandrino).

Cada verso de “Comedor”, cuenta con 11 sílabas métricas:
1
3  
5
6
7
8
9
10
11
SÍLABAS
Hue /
lo/
to/
do-el/
pa/ 
sa/
do-en/
es/
ta/
ca/
sa.

La división estrófica clásica de la lengua española (ver arriba) no es para los poetas hispanohablantes la única opción posible; junto a ella se encuentran otras diversas: un octeto y dos tercetos; un octeto y un sexteto; o los catorce versos seguidos.
En el siguiente soneto, el poeta organiza los 14 versos en una sola tirada:
DAMA
Esta dama sin cara ni camisa,
alta de cuello, suave de cintura,
tiene todo el temblor de la hermosura
 
que el tiempo oculta y el amor desliza. 
 
Esta dama que viene de la brisa
 
y el rango lleva de su propia altura,
 
tiene ese no sé qué de la ternura
 
de una dama sin fin, bella y precisa. 
 
Aunque esta dama nunca duerma en cama
 
parece dama sin que sea dama
 
y domina desnuda el mundo entero. 
 
Esta dama perdona y no perdona.
 
Y para eso luce una corona
 
esta dama que reina en el tablero
 ASÍNDETON:
Figura que afecta a la construcción sintáctica del enunciado y que consiste en la omisión de nexos o conjunciones entre palabras, proposiciones u oraciones. Esta ausencia de nexos confiere al texto una mayor fluidez verbal, al tiempo que transmite una sensación de movimiento y dinamismo o de apasionamiento, y contribuye a intensificar la fuerza expresiva y el tono del mensaje.
En el poema “El Cristo hueco”, el poeta logra, después de los primeros cuatro versos -cuyos elementos están correctamente conectados con nexos-, intensificar la superposición de acciones e imágenes mediante la eliminación de los nexos correspondientes. En el verso “¡Cerrar ventanas,[y] tabicar las puertas:” se eliminó el nexo lógico “y”. El mismo nexo se encuentra elidido antes del último elemento de la enumeración de los versos siguientes: “la roña, el moho, los óxidos mortales,/ [y] el cardenillo de los siglos!”
Edades grises, clavos espectrales,
lívidas oquedades y tornillos,
herrumbres y troneras,
cicatrices de muros.
¡Cerrar ventanas, tabicar las puertas: 
que no se vea, en cenicienta máscara,
la roña, el moho, los óxidos mortales,
el cardenillo de los siglos!
Metido en su cajón abandonado,
o en muchas cajas (mas tapiadas siempre),
 
estiletazos en la
 cara,
la estúpida nariz, nariz risible,
y anónimo rincón en donde vive.
O mejor: ya no vive: se desvive:
o se murió y a su
 agonía nadie asiste, 
tirado contra el hueco de la puerta,
rota la
 mano que anteayer sanaba, 
vacío y coronado de la espina.
¡Oh cárdenos desiertos de los ojos cegados!
 
¡Allí está el Cristo de este mundo el Hombre!

COMPARACIÓN:
Figura retórica que consiste en relacionar dos términos entre sí por la semejanza o analogía que presentan las realidades designadas por ellos. Esa relación se establece, generalmente, por medio de partículas o nexos comparativos: “como”, “así”, “tal”, “igual que”, “tan”, “semejante a”, “lo mismo que”, etc.
En el poema “Soliloquio de la enamorada en la noche” podemos encontrar la siguiente comparación:
Ay: el tiempo del amor derrotado, el minuto del viento que pregunta
fluyen en mí, manan de mi cuerpo
 como los ríos claustrales de la ausencia
donde se pueden encontrar ambos términos comparados, relacionados por el nexo “como”.

ENCABALGAMIENTO:
Es el desajuste producido en una estrofa al no coincidir la pausa morfosintáctica con la pausa métrica de un verso. Esto ocurre cuando el sentido de una frase no queda completo en el marco de dicho verso (al que se denomina encabalgante) y continúa en el verso siguiente (encabalgado), de forma que la pausa versal del primero rompe unidades sintácticas estrechamente vinculadas.

En la primera estrofa del poema “Aeropuerto” queremos destacar un ejemplo representativo del encabalgamiento. La oración que inicia el verso encabalgante “si se encienden las pupilas rojas que indican la salida” completa su estructura gramatical en parte del encabalgado “de algún avión: si Londres, si Ginebra”:
Nada hay tan desolado como un aeropuerto al amanecer.
Si alguien dormita,
si parece que alguien lee,
si se encienden las pupilas rojas que indican la salida
 
de algún avión: si Londres, si Ginebra,
 
si Río, si Santiago;
 
si te llaman por los altavoces,
 
si llegas acezando, si pronuncias
 
un nombre: si abrazas y te odias,
 
si te queman las palabras que has guardado,
 
si el dinero que circula
 
entre un señor y otro señor.
                No hay nada
tan desolado como un aeropuerto al amanecer.

 ÉNFASIS:
Término de origen griego (empha-sis, de emphaino: hacer ver) con el que se designa una figura retórica que se produce cuando el emisor enuncia, de forma alusiva y sugerente, un mensaje del que se sobreentiende más de lo que se dice y cuyo sentido pleno depende del contexto y de la intensidad y entonación con que suele resaltarse dicho mensaje.

El soneto titulado “Qué plúmbeo el lagrimal roto en la mano” está cruzado por el recurso del énfasis, en la medida en que el mensaje sugerido en el primer verso encuentra todo su sentido en el contexto general del poema. En la primera estrofa, a partir de la presencia del color gris plomizo del lagrimal, enfatizada por la entonación de la partícula “qué”, llegamos a comprender, tras el refuerzo del segundo verso, la situación de la muerte de un pez, transfigurada por el poema. Del mismo modo, el giro poético que encabeza también las siguientes estrofas, va develando aquello a lo que hace referencia el poeta: el pez representa al ser humano cazado por el “pescador de almas” (Cristo) y el mar el mundo del que tiene que partir para llegar al “lugar de los lugares”.
Qué plúmbeo el lagrimal roto en la mano, 
tirando a tierra y desafiando al cielo.
Qué córnea en desgarrón por el anzuelo
 
sale del agua a lomo del gusano.
Qué carnada del llanto, qué lejano 
pareces, pescador, desde este suelo.
Si tu caña se hundió, qué paralelo
 
dentella el muerto tu sedal anciano.
Qué párpado veloz y submarino 
corre buscando a tientas el camino
 
que lleve hacia el lugar de los lugares.
¡Pero qué oscuras son aquí las olas 
profundas, más profundas, y qué a solas
 
me pierdo entre ese anzuelo y estos mares!


HIPÉRBATON:
Es un procedimiento expresivo que afecta el nivel sintáctico, alterando el orden de las palabras (ruptura de sintagmas: “Formidable de la tierra bostezo” por  “formidable bostezo de la tierra” verbo al final, como en latín: “sus quejas imitando”, etc.), tanto en prosa, como, sobre todo, en verso. Con el hipérbaton se cambia también el orden lógico en la comunicación de las ideas.

Como ejemplo de hipérbaton podemos citar el primer cuarteto del soneto “La bicicleta”, donde la construcción del poema no sería posible sin la utilización de esta figura. La oración correctamente formulada, haría insostenible la estructura del soneto y el ritmo interno del poema: “El silencio está detenido en rueda/ y la distancia en freno congelado.”, donde dice:
En rueda está el silencio detenido, 
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido 
la infancia del pedal sobre la infancia.
HIPÉRBOLE:
Figura retórica consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una realidad, amplificándola o disminuyéndola. La hipérbole se concreta en el uso de términos enfáticos y expresiones exageradas. Este procedimiento es utilizado con frecuencia en el lenguaje coloquial y en la propaganda. En esta última se produce una comunicación encomiástica desmesurada con el fin de provocar en el oyente la adhesión a su mensaje en el que todo se revela como “excepcional”, “extraordinario”, “colosal”, “fantástico”,etc.

En una estrofa del poema, “Primera Invocación a Nuestra del Apocalipsis”, la figura de María, virgen madre de Dios, se transforma, por extensión, a través del uso de la hipérbole, en “cuna que abarca el mundo”. El mecanismo lógico  indica que si Dios es creador del mundo, y María madre de su Hijo, que a su vez es Él, entonces María es madre del mundo. La exageración consiste, en términos metafóricos, en considerar que una “cuna”, elemento donde cabe algo pequeño, pueda abarcar la superficie inmensa del mundo.
Haz que mi cuerpo siga tu madrugada. Canten
tus soles en mi mesa.
Que no despierte a solas en la noche mirando
las redes fabulosas del pasado.
Y cuando me hunda y me hunda sobre tus huellas, deja
que los cegados perros de mis palabras busquen
el prodigioso pie de tu ternura.
Cántico de la tierra.
Estrella de los vientos.
Cuna que abarca el mundo.

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